(documento recuperado de CBA, vol. 5, pp. 195)
La palabra "parábola" deriva del Gr.
Parabolé: “juxtaposición”, "comparación", "ilustración",
"parábola", "proverbio"; de un verbo que significa
"poner una cosa al lado de otra [para comparar]", "situar al
lado de".
El vocablo Gr. parabolé y su
equivalente hebreo mashal (t. III, p. 957) tienen un significado más
amplio que la palabra "parábola". Muchas de las parábolas de Cristo
fueron tan breves que pueden considerarse como metáforas, símiles o proverbios.
Se puede decir que significa “ilustración.”
En español, "parábola" es una composición
literaria en la que una narración breve, real o ficticia, ilustra una verdad
moral o espiritual, Una parábola es un símil largo, en el cual se afirma o se
implica que una cosa es "como" otra.
Teóricamente, difiere de una alegoría, que es una
metáfora larga, en la que una cosa se dice que "es" otra. La
afirmación de que el Espíritu descendió como una paloma (Mt. 3:16) es un símil,
pero el relato que compara "el reino de los cielos" con un tesoro
escondido (13:44) es una parábola.
En forma semejante, la afirmación: "Vosotros
sois la sal de la tierra" (5:13) es una metáfora, pero la larga referencia
de Jesús a sí mismo como "la vid verdadera" (Jn. 15:1-8) es una
alegoría.
En contraste, una fábula es una narración fuera del
mundo real, que generalmente atribuye atributos humanos -como inteligencia,
lenguaje y acciones- a objetos inanimados o plantas y animales.
En los Evangelios, una parábola es generalmente una
narración "puesta junto" a cierta lección espiritual como
comparación. En el uso bíblico, puede
ser también una afirmación breve y medulosa de la verdad (Mr. 3:23, 27). Estas distinciones teóricas no se observaban
siempre en la antigüedad, y todas esas formas literarias se podían llamar
mâshâl o parabole.
Desde el punto de vista de su tamaño, podemos
decir que hay tres tipos de parábolas:
1.
Parábola
aforística. Es una ilustración más o menos breve. Mar. 2:21,22 (Luc. 5:36);
Mat. 15:14 (Luc. 6:39); Mat. 15:14;
2.
Parábola
extendida. Son parábolas donde se puede predecir parte de la comparación y de
este modo se extiende. Mat. 7:24-27.
3.
Parábola
narracional. Parábolas donde no siempre se puede predecir su alcance. El Buen
Samaritano (Luc. 10:30-35), el Hijo Pródigo (Luc. 15:11-32; los Obreros de la
Viña (Luc. 18:10-13), etc.
Sin embargo,
las parábolas que normalmente conocemos como tales son las que con propiedad
caben dentro de los límites más estrictos de la palabra parábola. Estas son las
narrativas y las alegóricas.
De acuerdo con la definición expuesta, la parábola
es una narración cuyo principal propósito es enseñar una verdad; pero
literariamente hablando es una alegoría o sucesión de metáforas. Una parábola
es en los Evangelios una narración "colocada al lado de" cierta verdad
espiritual con el fin de hacer una "comparación".
Las parábolas de nuestro Señor se basaban, por lo
general, en hechos comunes de la vida diaria familiar de sus oyentes, y con
frecuencia se trataba de hechos específicos que acababan de ocurrir (ver DTG
462) o de algo que los oyentes podían ver en ese momento (PVGM 16; cf. DMJ
34-35).
La narración era simple y breve, y por lo general
su conclusión era tan obvia que no admitía confusiones (Mat. 21: 40-41); y se
colocaba paralelamente la verdad espiritual con el propósito de ilustrar a
ésta.
La parábola se convertía así en un puente por el
cual los oyentes podían ser conducidos hacia la comprensión y apreciación de
esa verdad. La narración comenzaba al
nivel de los oyentes, y Jesús dirigía los pensamientos hacia donde él quería
valiéndose de un medio agradable y familiar.
Era una ventana a través de la cual el alma podía contemplar
perspectivas de una verdad celestial.
Por medio de parábolas Jesús:
(1) Despertaba
el interés, la atención y las preguntas
(2) Creaba en
la mente de sus oyentes impresiones duraderas que se renovarían e
intensificarían cuando vieran nuevamente las escenas presentadas en la parábola
o pensaran en ellas
(3) Convertía
la naturaleza en un instrumento para conocer a Dios.
(4) Enseñaba
verdades desagradables sin despertar prejuicios
(5) Eludía a
los espías que lo perseguían implacablemente
(6) Las
parábolas revelaban la verdad a los que querían recibirla, y, a veces, la
ocultaba a otros.
Al
estudiar las parábolas de Jesús es importantísimo seguir principios correctos
de interpretación. Esos principios
pueden resumirse brevemente así:
1.
Una
parábola es un espejo por el cual se puede ver la verdad; pero no es la verdad
misma.
2. El contexto en que se presenta una parábola
-lugar, circunstancias,
personas a las que se dirigió la parábola y el
problema que se trataba- debe tomarse en cuenta y convertirse en la clave para
su interpretación.
3. La introducción y conclusión de Cristo a la
parábola aclaran
generalmente su propósito
fundamental.
4. Cada parábola ilustra un aspecto básico de
una verdad espiritual (ver la
lista de los principios que
ilustran las diversas parábolas de nuestro
Señor, pp. 195-197). Los detalles de una parábola sólo son
significativos cuando contribuyen
a aclarar ese punto especial de
verdad.
5. Antes de que se pueda entender el
significado espiritual de la parábola,
es necesario tener una clara perspectiva de la
situación descrita en la parábola: costumbres orientales y modalidades de
pensamiento y expresión. Las parábolas
son cuadros verbales vívidos que deben verse para que puedan ser entendidos.
6. Es un hecho fundamental que una parábola
tiene el propósito de ilustrar
la verdad, y generalmente una verdad particular;
por lo tanto, no se debe basar ninguna doctrina en los detalles incidentales de
una parábola.
7. La parábola se debe interpretar, sea en
conjunto o sea en parte,
teniendo en cuenta la verdad que
tiene el propósito de enseñar, tal
como se presenta en lenguaje
literal en el contexto inmediato y en
otras partes de las Escrituras.
La siguiente lista de parábolas se ha preparado
teniendo en cuenta la definición presentada en la p. 193.
Están agrupadas por temas, de acuerdo con la verdad
principal que Cristo quiso ilustrar con cada una de ellas. La referencia
bíblica principal de cada parábola señala dónde aparece la mayor explicación de
la parábola en este Comentario.
Las referencias paralelas que se dan en
"Principios ilustrados" indican otra u otras parábolas que enseñan la
misma verdad o verdades relacionadas con dicha parábola; Y las referencias que
aparecen al final de cada grupo de parábolas indican otra u otras parábolas que
contienen lecciones secundarias apropiadas para elgrupo respectivo.
El "Número en la Armonía" (pp. 186-191),
dirige a otras fuentes de información relacionadas con las parábolas.
La columna "Principios ilustrados"
proporciona, además, un breve análisis de la enseñanza o enseñanzas básicas de cada
parábola.
En las pp. 206-211 se presenta el orden cronológico
de las parábolas.
LAS PARÁBOLAS DE NUESTRO SEÑOR
Parábola |
Referencia bíblica |
Entrada en la armonía* |
Principios Ilustrados |
A. Amor, misericordia y justicia divina
1. La perla de gran precio |
Mt 13:45, 46 |
54 |
The priceless value of redeeming love. The
Savior in search of men; men seeking for salvation. Cf. No. 11. |
2. La oveja perdida |
Mt 18:12-14; Lc 15:3-7 |
107 |
God’s love for those who know they are lost
but know not how to return to Him. His unwillingness that any should perish.
Cf. Nos. 3, 4. |
3. La moneda perdida |
Lc
15:8-10 |
108 |
God’s
love for those who know not that they are lost. Diligence in seeking the
lost. Cf. Nos. 2, 4. |
4. El hijo pródigo |
Lc 15:11-32 |
109 |
God’s love for those who have wandered from
His love. The hardheartedness of man in contrast with the love of God. Cf.
Nos. 2, 3. |
5. La higuera estéril |
Lc
13:6-9 |
100 |
The
relationship between divine mercy and justice. God’s dealings with the Jewish
nation. Cf. Nos. 8, 15, 16, 21. |
[See also No. 31]
B. El Plan de Salvación
6. La semilla de mostaza |
Mt 13:31, 32; Mc 4:30-32; Lc 13:18, 19 |
54 |
The extensive, quantitative growth of the
kingdom of divine grace, the church. God begins in a small way to accomplish
great results. Cf. Nos. 9, 19, 20. |
7. El trigo y la cizaña |
Mt 13:24-30 |
54 |
Character decides destiny. The purpose of
probationary time; tares do not eventually become wheat. Cf. Nos. 9, 29, 40. |
8. Los viñadores malvados |
Mt
21:33-43; Mc 12:1-12; Lc 20:9-19 |
135 |
God’s
eternal purpose will triumph in spite of man’s unfaithfulness. Israel would
forfeit its role as the chosen nation. Cf. Nos. 5, 15, 16, 21. |
[See also
Nos. 5, 9, 10, 21]
C. La Recepción de la verdad
9. El sembrador |
Mt 13:3-9, 18-23; Mc 4:3-20; Lc 8:5-15 |
54 |
The reception of
truth by different classes of hearers. Cf. Nos. 6-8, 19. |
10. La gran cena |
Lc 14:16-24 |
105 |
The danger of neglecting or rejecting
truth. God cannot accept a divided heart. Cf. Nos. 6-8, 21. |
11. El tesoro escondido |
Mt
13:44 |
54 |
The
transcendent value of truth and the effort necessary to secure it. Cf. No. 1. |
12. Nueva ropa y nuevo vino |
Mt 9:16, 17; Mc 2:21, 22; Lc 5:36-39 |
59 |
Truth versus traditionalism. The danger of
preconceived opinions. |
13. Los dos deudores |
Lc
7:41-43 |
128 |
Appreciation
of, and gratitude for, the love and mercy of God. |
14. La torre y el rey que va a la guerra |
Lc 14:28-33 |
106 |
Counting the cost of discipleship. |
15. Siete espíritus inmundos |
Mt
12:43-45 |
52 |
The
necessity of a positive attitude toward truth; the unpardonable sin. The
condition of the Jewish leaders. Justification incomplete without
sanctification. Cf. Nos. 5, 8, 16, 17, 21. |
16. Los dos hijos |
Mt 21:28-32 |
134 |
Deeds count, not words; profession without
practice is hypocrisy. Cf. Nos. 5, 8, 15, 17, 21. |
17. Construir sobre la roca y la arena |
Mt
7:24-27; Lk 6:47-49 |
46 |
The
perception of truth not an end in itself but a means to the end of a
transformed life. The folly of knowledge without obedience. Cf. Nos. 15, 16,
21, 26. |
18. El rico insensato |
Lc 12:16-21 |
98 |
The danger of worldly–mindedness; the folly
of living for material things. |
[See also
Nos. 1, 29, 32, 34]
D. La Transformación del Carácter
19. La semilla que crece |
Mk 4:26-29 |
54 |
Faith and works:
human effort cooperating with infinite power in Christian growth. Cf. Nos. 6,
7, 9, 20. |
20. La levadura |
Mt 13:33; Lc 13:20, 21 |
54 |
The intensive, qualitative growth of the
kingdom of heaven. Power from above is implanted in the heart and transforms
the life. Cf. Nos. 6, 9, 19. |
21. El hombre sin vestido de bodas |
Mt
22:2-14 |
136 |
The
importance of Christ’s righteousness. Cf. Nos. 5-8, 10, 15-17, 25. |
[See also
Nos. 15, 17, 34]
E. La oración
22. El amigo que llama a media noche |
Lc 11:5-13 |
94 |
Perseverance in
prayer. Asking to give to others. |
23. El juez injusto |
Lc 18:1-8 |
117 |
Perseverance, earnestness, and confidence
in prayer. |
[See also
No. 25]
F. Humildad Versus orgullo
24. Escoger los lugares de honor |
Lc 14:7-11 |
104 |
Humility toward
one’s fellow men; honoring others. |
25. El fariseo y el publicano |
Lc 18:9-14 |
118 |
Humility before God; the danger of pride
and self–righteousness. |
[See also
No. 38]
G. Utilizando Oportunidades presentes
26. El noble y las minas |
Lc 19:11-27 |
127 |
The improvement
of talents and opportunities. Working while waiting for the kingdom. Faithful
service the basis of reward. Cf. Nos. 5, 27, 37. |
27. Los talentos |
Mt 25:14-30 |
147 |
Same as No. 26; also, helping others
prepare for our Lord’s return. Cf. Nos. 26, 34, 37. |
28. El mayordomo deshonesto |
Lc
16:1-9 |
110 |
The
diligent use of present opportunities in preparation for the future life. Cf.
Nos. 26, 27. |
29. El rico y Lázaro |
Lc 16:19-31 |
111 |
Eternal destiny is decided in the present
life; there is no second probation. The danger of preoccupation with material
things. Cf. Nos. 7, 18. |
H. El Cristiano y su compañero
30. El buen samaritano |
Lc 10:30-37 |
91 |
True religion
consists in active service for others; on this, eternal destiny depends.
Contact with suffering humanity frees the soul of selfishness. Cf. No. 39. |
31. El siervo que no perdona |
Mt 18:23-35 |
77 |
Mercy toward, and forgiveness of, others.
Our forgiveness by God condidtioned by our forgiveness of others. Cf. No. 5. |
32. Tesoros viejos y nuevos |
Mt
13:52 |
54 |
Familiarity
with old truths; alertness for new truth. Adapt truth to the needs of the
hearers. Cf. No. 9. |
33. El mayordomo fiel |
Lc 12:42-48 |
99 |
Conscientious supervision of the affairs of
God’s household, the church. |
I. Esperando el retorno del Señor
34. Las diez vírgenes |
Mt 25:1-13 |
146 |
Personal
preparation for our Lord’s return; His coming seemingly delayed. Our need of
the Holy Spirit. Cf. Nos. 27, 35, 36. |
35. El siervo vigilante |
Mc 13:34-37 |
145 |
Watching for the Master’s return. Cf. Nos.
34, 36. |
36. Los siervos que velan; el dueño que vigila |
Lc
12:35-40 |
99 |
Preparedness
for our Lord’s sudden return. Living up to the light we have; personal
accountability for truth. Cf. Nos. 7, 34, 35. |
37. Los obreros de la viña |
Mt 20:1-16 |
122 |
God measures service by the willingness and
fidelity with which it is rendered. Rewards are based on our Lord’s gracious
generosity and on the spirit which motivates our service for Him. Cf. Nos. 8,
26, 27, 38. |
38. Siervos sin ganancia |
Lc
17:7-10 |
112 |
Faithfulness
to duty. God’s claim on all our services. Cf. No. 37. |
39. Las ovejas y los cabritos |
Mt 25:31-46 |
148 |
The significance of practical religion. The
supreme test of the reality of our religion is what it leads us to do for
others. Cf. No. 30. |
J. El juicio final; Recompensas eternas
40. La red |
Mt 13:47-50 |
54 |
The final
separation of the bad from the good. Not all the wicked eventually become
righteous. Cf. Nos. 7, 29. |