Page 147 - Vengo en Breve1

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Es notorio que en la historia del cristianismo sólo uno de los mandamientos ha sido
rechazado oficialmente y por común acuerdo por parte de casi todas las iglesias. Ninguna
de las diversas denominaciones rechaza el séptimo mandamiento, el cual prohíbe el
adulterio. Tampoco apoyan la desobediencia al sexto mandamiento, que prohíbe el
homicidio, o al noveno mandamiento, que impone la honestidad. Nadie enseña que es
lícito adorar a otros dioses o tomar el nombre de Dios en vano.
Pero el cuarto mandamiento, el que ordena la observancia del sábado como día de
reposo, ha sido descartado por casi todas las agrupaciones religiosas de nuestro tiempo.
Miles de personas se preguntan: “¿Cuál es la iglesia verdadera? Hay tantas sectas y
denominaciones —dicen—. Y todas pretenden decir la verdad. ¿Cómo podemos saber
cuál de todas es la correcta?”
Gracias a Dios porque el mensaje del tercer ángel nos trae mucha luz sobre esta
cuestión. La expresión, “los que guardan los mandamientos de Dios” no puede referirse a
los que guardan sólo nueve mandamientos, mientras dejan a un lado el cuarto y enseñan
que la observancia del sábado no tiene importancia.
Dijo el Señor a su pueblo antiguo: “En todas las generaciones venideras, el sábado
será una señal entre ustedes y yo, para que sepan que yo, el Señor, los he consagrado
para que me sirvan” (Éxo. 31:13, NVI). El sábado es una señal, un distintivo, porque su
observancia pone al cristiano de inmediato en una posición visible, distinta con relación a
la gran mayoría. (204)
Hoy por hoy muchas personas no saben que el sábado es el único día de reposo
mencionado en la Biblia. Se imaginan que en alguna parte debe de haber un versículo que
ordena la observancia del domingo. Para aquellos que no saben lo que la Biblia enseña
acerca del día de reposo, la desobediencia no constituye una rebeldía.
Pero todo esto va a cambiar. Según las profecías que estudiamos en el capítulo 13,
llegará el momento cuando se impondrán sanciones económicas y, finalmente, se
publicará un decreto de muerte para tratar de obligar a todo el mundo a apartarse de la
obediencia y adorar la imagen de la bestia.
Cuando esto suceda, el asunto del día de reposo recibirá muchísima publicidad.
Suscitará un debate público acerca del tema a tal grado que nadie podrá presentar como
excusa su ignorancia de lo que Dios enseña en su Palabra. Entonces, la desobediencia
constituirá una rebeldía, y la decisión de cada uno al respecto lo marcará ya como
obediente o no.
No somos salvos por las obras
Esta profecía dice, además, que el verdadero pueblo de Dios tiene la fe de Jesús.
Obedece los mandamientos, pero no considera que su obediencia sea una moneda para