Página 138 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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4. Derrota de los que rechazan la exhortación final de Dios, 14:13-20.
C. Las siete últimas plagas: castigos divinos sobre los impíos, 15:1 a 17: 18.
1. Una afirmación de la justicia divina, 15: 1-4.
2. Preparación para la ira de Dios, 15:5 a 16: 1.
3. Las siete últimas plagas, 16:2-21.
4. Enjuiciamiento de Babilonia la grande, 17: 1-18.
D. Exterminación del mal, 18: 1 a 20:15.
1. Afirmación de la misericordia divina: una exhortación final
a salir de Babilonia, 18: 1-4.
2. El fin de la oposición religiosa organizada: la desolación
de Babilonia, 18:5-24.
3. La coronación de Cristo como Rey de reyes, 19: 1-10.
4. La segunda venida de Cristo y su triunfo sobre esta tierra, 19:11-21.
5. El milenio: exterminación del pecado y los pecadores, 20:1-15.
VI. La tierra nueva y sus moradores, 21:1 a 22:5.
A. La nueva Jerusalén, 21:1-27.
B. El río y el árbol de vida, 22:1-2.
C. El reino eterno de los santos, 22:3-5.
Vll. Epílogo: Admonición e invitación, 22:6-21.
A. Recepción del libro y su mensaje, 22:6-10.
B. Una exhortación a estar listos para la venida de Cristo, 22:11-21. 745
CAPÍTULO 1
4
Juan escribe el Apocalipsis a las siete iglesias en Asia, representadas por los siete
candeleros de oro.
7
La segunda venida de Cristo.
14
Su glorioso poder y majestad.
1 LA REVELACION de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas
que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
2 que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las
cosas que ha visto.
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las
cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y
que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de
la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,