Compárese con las palabras de los profetas respecto a la ciudad literal de Babilonia (Isa. 51:
17, 22; Jer. 25: 15-16).
El cáliz.
Una expresión bíblica común que simboliza los sufrimientos y castigos que se derraman (ver
Sal 11: 6; 75: 8, Isa. 51: 17,22-23; Jer. 25: 15-17, 28; 49: 12; Mat. 26: 39). En cuanto a la
naturaleza del cáliz que se da a beber a la Babilonia simbólica, ver com. Apoc. 17: 16; 18:
5-8; cf. com. cap. 14: 10.
Vino.
Ver com. cap. 14: 10; cf. cap. 17: 2.
Ardor.
0 "furia" (ver com. vers. 1).
Su ira.
Ver com. cap. 14: 10; 16: 1.
20.
Toda isla.
Estas convulsiones terrestres se describen como un resultado del terremoto del vers. 18. Cf.
cap. 6: 14.
Los montes.
Cf. cap. 6: 14.
2 l.
Enorme granizo.
En Exo. 9: 18-22 se halla el comentario sobre la plaga de granizo que cayó en Egipto. En
cuanto al granizo como arma del castigo divino, ver Jos. 10: 11; Eze. 13: 11, 13, y como
castigo divino en el último gran día de la ira de Dios, ver Job 38: 22-23; Isa. 28: 17-18; 30: 30;
Eze. 38: 22; Apoc. 11: 19.
Un talento.
Aproximadamente unos 34 kg. de peso (ver t. 1, P. 174).
Blasfemaron contra Dios.
Aquellos sobre quienes caen las plagas maldicen a Dios por tercera vez. Manifiestan así su
completo desprecio por él, aun en medio de sus castigos más dolorosos (ver com. vers. 1, 9,
11).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1 2JT 67; PE 64, 121, 124; TM 432
2 CS 498, 503
2-6 CS 686