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¿Entiende lo que lee?
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de aplicar los principios generales de interpretación para estudiarlas, también se
sugiere lo siguiente:
1.
Profundice en el trasfondo histórico de la epístola bajo estudio
. Esto es
necesario a fin de tener un cuadro claro de las circunstancias en las cuales la carta
se escribió, quién la escribió, a quién iba destinada, así como qué necesidades
pretendía suplir y cuáles eran las causas de las mismas. Localizar dichos elementos
es relativamente fácil en algunos casos, por ejemplo, en la introducción de la epístola
a los Romanos:
Pablo, siervo de Jesucristo… Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con
respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo…
rogando que de
alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí. Pero
no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero
hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los
demás gentiles…
Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a
vosotros que estáis en Roma
… (Rom. 1: 1, 8, 10-13, 15).
2.
En caso de que el escritor esté refutando un error, precise cuál era la
naturaleza y origen
(judaico, helénico, gnóstico, etc.) de dicha problemática.
En este
punto será de gran ayuda consultar distintos comentarios bíblicos. Hacer esto nos
permitirá entender la razón por la que ciertos versículos de Gálatas, Colosenses y
Romanos, en ocasiones, parecieran atacar la ley, mientras que en otras partes
parecieran defenderla, incluso exaltarla (compare, por ejemplo, Gál. 3 con Rom. 7).
3. Determine con la máxima claridad el
propósito de la carta y su pensamiento
central:
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo
que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida…
lo que hemos
visto y oído, eso os anunciamos,
para que también vosotros tengáis comunión con nosotros
; y
nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os
escribimos,
para que vuestro gozo sea cumplido
(1 Juan 1:1, 3, 4).
4.
Distinga lo cultural de lo transcultural,
es decir, lo que era propio solamente
del primer siglo de lo que es propio para todos los tiempos. De esa forma, aunque
hoy la mayoría de nosotros no tenemos que enfrentar una problemática como la de
comer o no comer alimentos ofrecidos a los ídolos (1 Cor. 8-10), el principio ahí