¿Entiende lo que lee?
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Siendo así, uno esperaría que el resultado de tan legendaria tarea, en nuestros
días, fuera más claro y unánime. Lamentablemente, dado que las presuposiciones y
métodos utilizados por quienes interpretan la profecía bíblica son tan variados, la
realidad al respecto es otra. Por lo tanto, la propuesta de este capítulo es que, a fin de
ser congruente con el contenido y la naturaleza de las Escrituras, la interpretación
profética no ha de partir de una metodología externa o extraña a dicho contenido, sino
de una que asume los principios que ellas mismas proponen.
1. Siendo que algunos intérpretes cristianos no creen que Dios es capaz de
predecir tanto el futuro inmediato como el distante, lo primero que debiéramos hacer
al estudiar profecía es notar lo que la Biblia afirma al respecto:
...Yo Soy Dios... Que anuncio el fin desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no
era hecho. Que digo: “Mis consejos se cumplirán, y hago todo lo que quiero” (Isa. 46:9-10).
... De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano... El gran Dios
ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su
interpretación (Dan. 2:45).
Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas
(Apoc.1:19).
Debido a no dar la debida importancia a este punto, muchos cristianos creen
sinceramente que, por ejemplo, el libro de Daniel no fue escrito por la persona ni
durante los días del profeta cuyo nombre da título a este libro.
2
Asumiendo que el
“verdadero escritor” solo usó el termino profecía para dar relevancia a sus escritos,
pero no porque los eventos narrados en Daniel en realidad hayan sido predichos,
quienes así lo creen, sin desearlo, atentan contra la confiabilidad de la Palabra de
Dios.
2
.
En segundo lugar, debe reconocerse que el propósito por el que fue dada la
profecía bíblica no es el de satisfacer nuestra curiosidad acerca del porvenir, sino el
de fortalecer nuestra fe y motivar nuestra preparación para el encuentro con el
Salvador. En palabras de Cristo:
Ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis" (Juan 14:29).
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que
no pensáis (Mat. 24:44).
2
Vea, por ejemplo, Raymond Brown, ed.,
Comentario bíblico “San Jerónimo”, Antiguo
Testamento II
(Madrid: Ediciones cristiandad, 1986), t. 2, págs. 289-290.