Moralidad y nada más
y todavía dan, a pesar de su desaprobación, pero no quieren recibir
nada a cambio. De esa manera, la deuda de Timoteo se acrecienta y
no tiene forma de abonarla. ¿Cómo puede esta persona madura,
libre de la autoridad paterna, honrar a sus padres, cuando rechaza
tantas cosas de las que ellos quisieran para él?
Obviamente hay más de una forma en que Timoteo puede ser
é ticamente creativo con su conflicto. Pero perm ítanm e sugerir
algunas condiciones que tienen que satisfacerse si va a honrar a sus
padres ahora que está a la par de ellos y, aunque quiere tratarlos
con genuina honra, ha escogido un estilo de vida que ellos condenan.
La primera condición es
libertad del juicio paterno
. Es difícil honrar
a los padres cuando no nos sentimos libres de nuestra necesidad de
tener su aprobación. Un niño tiene la necesidad na tu ra l de ser
aceptado incondicionalmente por sus padres, y a los padres muchas
veces les falta, trágicamente, el poder de dar esa aceptación. Los
padres quieren que el hijo se destaque en toda virtud y nunca le
pe rm iten sen tir que es suficientemente bueno pa ra ser amado
incondicionalmente. El hijo tiene la sensación de que nunca será
aceptado plenamente porque nunca lo aprobarán del todo. Haga lo
que hiciere, no puede alcanzar lo que su corazón anhela, es decir,
un amor del cual esté absolutamente seguro. Lleva consigo esta
necesidad mucho más allá de la cuna y hasta su vida de adulto, y la
guarda en el alma inclusive cuando sus padres ya han muerto.
El padre es el dios enojado, en cuyas manos es horrenda cosa caer.
Y puesto que no puede librarse del amor condicional de su padre, su
corazón clama como Pablo: "¡Miserable de mí! ¿quién me librará...?"
(Ro. 7.24), Se enoja con su dios-padre. Algo de la abierta ostentación
de su nuevo estilo de vida es una forma de castigarlos por dejarlo
colgado del hilo del amor condicional. Yno puede ser libre para honrar
a sus padres hasta que se libere de su necesidad de aprobación.
El camino para liberarse de su profunda necesidad de aprobación
pasa por una experiencia de la liberación por gracia. Si Timoteo
puede experimentar a un Dios cuyo amor es incondicional, también
podrá exorcizar su necesidad de aprobación paterna. Porque si se
siente aceptado y amado
incondicionalmente
en su principal relación,
puede librarse de su necesidad de obtener aprobación pa terna.
Librado del temor de ser juzgado por ellos, puede encontrar un
camino para honrarlos genuinamente aun cuando el camino propio
no sea el cam ino de e llos . Tiene que p o se e r la l ib e r ta d de
desagradarlos para tener la libertad de honrarlos.
La segunda condición es el poder para ver la
diferencia entre
disfrutar y honrar
. Disfrutar de nuestros padres facilita el honrarlos,
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