Respeto
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l,i autoridad
llegado a creer de todo corazón en cosas que sus padres desprecian,
deben tener la libertad de encontrar formas de honrar a sus padres
mientras rechazan los deseos de ellos referidos al nervio vital de la íe.
Por supuesto , estamos hab lando de una libre elección. Si los
padres tienen motivos sanos para creer que la secta ha cautivado a
su hijo usando técnicas psíquicas para manipularlo a la conversión,
entonces se justifica que reaccionen. Porque entonces no están en
conflicto con la conciencia de su hijo, sino con las fuerzas del mal
que lo han tomado prisionero.
B. Estilos de vida en conflicto: el hijo adulto
Timoteo Timmer es una persona exitosa. Es más educado, tiene
más dinero y es más prestigioso de lo que sus padres jamás soñaron
ser ellos mismos. Además tiene un estilo de vida que sus padres
jam á s h a b r ía n im ag in ad o tene r . Ellos creen que su hijo ha
abandonado la versión bíblica de la vida cristiana. La iglesia de
ellos, donde Timoteo recibió sus raíces religiosas, era un grupo que
"creía en la Biblia y la enseñaba", un grupo donde domingo tras
domingo se enseñaba el significado preciso de los textos bíblicos.
Nunca se encontró una botella de vino en la alacena de los Timmer,
ni se sirvieron bebidas alcohólicas en su mesa. Fumar estuvo vedado
mucho antes de que el resto del mundo supiera que los cigarrillos
tenían relación con el cáncer de pulmón. El sexo, tolerado dentro de
la unión matrimonial, nunca fue alentado y, por cierto, nunca fue
celebrado. Lo importante en la vida era ser un testimonio viviente
para el Señor, y la forma más clara de testificar era absteniéndose
visiblemente de las prácticas mundanas.
T im o teo , que aho ra está en el te rce r año de su s e g u n d o
m a trim on io , se h izo anglicano. Está más im p resionado po r el
impacto social de la iglesia que por salvar las almas. Ya no le importa
mucho si Cristo volverá antes o después del milenio; le preocupa
mucho el racismo, el hambre del mundo y las armas nucleares.
Aunque nunca adquirió el hábito de fumar, su esposa consume un
atado por día y el agrio olor abruma las narices de sus padres cada
vez que vienen de visita. Disfruta de un cóctel en el almuerzo y
ahora sirve vino incluso cuando sus padres están en la cena; ha
decidido ser "espiritualmente" sincero con ellos.
Timoteo puede percibir que sus padres lo juzgan por rechazar
cuanto le enseñaron como importante y verdadero. Además se siente
abrumado por la deuda de gratitud hacia ellos, deuda que jamás
podrá pagar puesto que rehúsan recibir pago alguno. Ellos dieron
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