Respeto a la autoridad
Hay un giro curioso en el funcionamiento de la au toridad en la
familia. He intentado decir que la auténtica autoridad se ejerce —y
en cierta manera se crea—en el diálogo. No es posible ejercer la
autoridad a menos que la gente a la que se quiere afectar crea en
uno. Esto se da tanto en la autoridad paterna como en cualquier
otra. Un pad re tiene que ejercer la au to r idad para despertar la
convicción del niño en ella. Para un niño, la creencia toma forma de
con fianza . Si el p ad re más sim p le, m enos edu cado y menos
capacitado, cree en su propia autoridad como padre, el niño aprende
a confiar en él. La valentía para decirle a mi hija lo que creo me hace
creíble ante sus ojos. Un niño no pierde la confianza cuando su madre
se equivoca, o cuando su padre expone su ignorancia en un asunto
de teología o ética. Un niño pierde la confianza cuando percibe que
su padre o su madre realmente no creen en lo que dicen que creen.
Dirigida a la libertad del niño
La meta de la au to ridad paterna es la libertad. La au toridad
paterna tiene como objetivo liberar al hijo de esa autoridad. Esto no
significa que los padres guían a sus hijos a salir de la autoridad
para alcanzar la libertad, sino que usan la autoridad paterna para
ayudarlos a desarrollar una libertad responsable que lo capacitará
a vivir con cualquier otra autoridad humana, pero manteniendo
una actitud crítica hacia ella.
El patrón de autoridad de la familia enseña al niño cómo vivir
libre y críticamente den tro de las estruc tu ras au to ritarias de la
sociedad. Viviendo con padres que creen en su propia autoridad y
com p renden su p ropósito , los n iños ap rend en pa ra qué sirve
realmente la autoridad. De esa manera aprenden a enfrentar a todo
aquel que pretende tener autoridad. Toda sociedad tiene personas
poderosas que afirman tener el derecho de influir y controlar a otros.
Los líderes de sectas religiosas y seculares, en los márgenes de la
sociedad, despliegan dones hipnóticos para seducir a la gente que
nunca ha experimentado una autoridad genuina de cuidado, a fin
de que renuncie a su libertad para estar segura.20
Todo padre que reclama el derecho al respeto de su autoridad
tiene que recordar esto: la meta de la autoridad paterna es una vida
en libertad que mire críticamente a todo tipo de autoridad.
Limitada por los derechos de los niños
No podemos discutir la autoridad de los padres sin mencionar
también los derechos de los niños. La preocupación contemporánea
po r los de recho s de los n iños no es un s im p le y an to jad izo