Respeto a la autoridad
ejército de nueras, siervas y nietos para atender sus necesidades; no
sería lógico hacer de ese estilo de cuidado geriátrico un modelo
para la actualidad. La familia moderna no sólo carece de espacio y
de manos para cuidar a los ancianos; usualmente tampoco está en
condiciones psíquicas para atender a personas seniles y carentes de
movilidad. Con frecuencia la honra a los padres tendrá lugar dentro
del cuidado profesional de una buena institución.
Es obvio que Alfredo Stover identifica el hecho de honrar a su
madre con el cuidado de ella en casa. Ha transformado una regla
que recogió en alguna parte de su tradición en un principio ético.
Pero la ley del amor lo lleva a evaluar los efectos de su decisión
sobre la vida de cada miembro de su familia. Ciertamente, el hecho
de tener a la suegra en casa podría ser una oportunidad para que
Verónica descubriera recursos de amor aún desconocidos; también
podría producir un colapso de sus energías que cada vez disminuyen
más. El vivir en una institución podría ser humillante y ofensivo
para Matilde; también podría ser el descubrimiento de una nueva
in d e p e n d e n c ia y de nu evo s am igos . C ada opc ión tiene sus
posibilidades y sus riesgos. Alfredo tendrá que tomar su decisión,
no sobre la base de un solo principio, sino sobre la base de cálculos
razonables de aquello que sería lo más útil para cada miembro de
la familia.
El rey Darío de Persia cierta vez indagó a algunos de sus súbditos
sobre la mejor manera de honrar a los padres muertos. Primero llamó
a algunos griegos, cuya costumbre era quemar el cadáver de sus
padres. Les preguntó: "¿qué recompensa pedirían por
comerse
los
cuerpos de sus padres?" Horrorizados, ellos gritaron: "Por ningún
dinero del mundo comeríamos los cuerpos de nuestros padres."
Entonces llamó a algunos indios, cuya costumbre era comer los
cuerpos de sus padres. Les preguntó: "¿Qué recompensa pedirían
por
quemar
los cuerpos de sus padres muertos?" Ellos respondieron:
"Por n in g ú n d inero del m undo quem a r íam os los cuerpos de
nuestros padres muertos." El historiador Herodoto se divertía con
esta profunda disputa acerca de cómo honrar a los padres muertos
y decidió que: "La costumbre es soberana sobre todos."
¿Es la costumbre también soberana cuando se trata de honrar a
los padres ancianos? ¿O puede la ley del amor ayudarnos a encontrar
formas justas para cuidar honrosamente a aquellos que ya no pueden
cuidar a otros?
La cuestión de la honra no se resolverá según el lugar donde viva
la madre de Alfredo, sino por el papel que desempeñe en la familia,
dondequiera coma y duerma. Alfredo podría traerla a su casa pero
107