C
APITULO
T
RECE
Las dos caras de la rebeldía
Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete ca-
bezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas un nombre
blasfemo (vers. l).
La bestia con diez coronas
Una de las primeras cosas que observamos acerca de esta nueva “bestia” es que
está estrechamente relacionada con el dragón que acabamos de ver en el capítulo
anterior. Los dos animales difieren en lo que se refiere a la forma de su cuerpo, pero
ambos tienen siete cabezas y diez cuernos. En otras palabras, las potencias aquí
simbolizadas son diferentes en lo que se refiere a las formas exteriores; como, por
ejemplo, los detalles culturales; pero ambas son manejadas por una misma inteligencia y
ejercen un mismo poder.
¿qué significan específicamente las diademas, las cabezas y los cuernos?
Las diademas. En Apocalipsis 2 y 4 se mencionan “coronas” que llevan los 24
ancianos (Apoc. 4:4, 20). Pero éstas son, en griego, stéfanos, palabra que significa
“guirnalda”, un adorno hecho generalmente de hojas con el cual los griegos y romanos
honraban a los victoriosos en la guerra y en los juegos olímpicos. Pero las coronas que
ciñen el dragón y la bestia no son stéfanos sino diademas. Ésta es la corona real, símbolo
de dominio y autoridad política.
Las cabezas. En el capítulo 17 se nos dice que las siete cabezas son siete montes en
los cuales se asienta la ciudad (vers. 9). Es una alusión a la Roma imperial, pues ella era
famosa como ciudad de siete colinas.
Los diez cuernos aparecen primero en la profecía paralela de Daniel, y allí se nos
dice que representan las divisiones que resultaron cuando el Imperio Romano se
fragmentó en el siglo V (Dan. 7:24).
A continuación aparece un resumen de los símbolos interpretados hasta aquí:
Cabezas = Roma imperial
Cuernos = Reinos divididos
Coronas = Autoridad política
Con esto, se aclara un aspecto importante de la profecía, porque el dragón del
capítulo 12 aparece con las coronas puestas en sus siete cabezas (vers. 3); significa que los
eventos del capítulo 12 empiezan cuando el mando político está en manos de los césares.