Page 163 - Vengo en Breve1

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muerto” (Apoc. 3:1). Estas palabras fueron aplicadas a aquellos pro testantes que se
apartaron de los gloriosos principios de la reforma del siglo XVI
Estas tres entidades —el espiritismo, el romanismo y el protestantismo apóstata—
se unirán, formando una triple alianza. No necesariamente llegarán a establecer una sola
organización, pero se unirán en propósito. Se pondrán de acuerdo para defender los
puntos doctrinales que tienen en común. Se unirán también en los pronunciamientos que
salen de sus bocas. Ganarán el apoyo del público y de las autoridades con prodigios
espectaculares y con innegables milagros. Al ver las señales, los “reyes de la tierra” no
dudarán en promulgar leyes y decretos opresivos, creyendo que de esta manera pueden
resolver la crisis.
Este esfuerzo será la culminación del movimiento profetizado por el apóstol Pablo
cuando dijo que, antes de la segunda venida de Cristo, aparecerá aquel inicuo [...], cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y
con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor
de la verdad para ser salvos, por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la
mentira” (2 Tes. 2:8-11). (226)
La legislación perseguidora será presentada como una medida necesaria para
detener las plagas y salvar a la civilización. Pero de la misma manera como los brujos de
Egipto no lograron sino empeorar la crisis con sus milagros mentirosos, asimismo lo único
que lograrán estos milagreros de los últimos días será aumentar las calamidades. Estarán
produciendo más ranas pero quedarán impotentes para atenuar en lo más mínimo los
efectos de las plagas.
Vengo como ladrón”
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas,
para que no ande desnudo, y vean su vergüenza (vers. 15).
Esta es la tercera de las siete bienaventuranzas del Apocalipsis. Con ella podemos
ver nuevamente el propósito moral de la profecía (ver pág. 6). No es simplemente con el
deseo de asustarnos o de satisfacer nuestra curiosidad que Señor ha querido revelar los
sucesos que pronto sobrevendrán a la tierra. Quiere que velemos, que guardemos
nuestras ropas y nos preparemos para los eventos venideros.
La advertencia es apropiada, especialmente para los que vivimos en los días de
Laodicea, la iglesia de los que son pobres pero se creen ricos, los que están enfermos pero
se creen sanos, y no saben que son desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos
(3:17).
Cuando Cristo aparezca por segunda vez en las nubes del cielo, el evento será
marcado con gran estruendo, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios (1 Tes. 4:16). Su
venida será como relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente (Mat.