Page 168 - Vengo en Breve1

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La ramera, en cambio, viste púrpura y escarlata, el color de los reyes (Mar. 15:17-
20), y todos sus ropajes son de confección humana. La entidad que ella representa se
apoya en la autoridad civil y se cubre de la justicia de las obras humanas.
La bestia que era y no es
Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la
bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto,
era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra,
aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la
vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será (vers. 7, 8).
En este pasaje se establece tanto la identidad de la bestia como también el tiempo
histórico en que la estamos contemplando, pues estas palabras nos recuerdan en seguida
a la bestia de Apocalipsis 13, la que ejerció dominio durante 1,260 años, luego fue herida
de muerte, pero su herida mortal fue sanada, y “se maravilló toda la tierra en pos de la
bestia” (13:3). Aquí en el capítulo 17 se nos dice que la bestia era; en el momento
contemplado en esta profecía, ya no es; pero pronto volverá a surgir; y cuando haya
surgido, “los moradores de la tierra [...] se asombrarán viendo a la bestia que era y no es y
será”. Se trata, pues, de la misma entidad representada en el capítulo 13. El paralelismo
está claro: la bestia “era”, cuando ejerció dominio durante 1,260 años. “No es”, porque la
estamos viendo en el momento de su “herida mortal” cuando ha caído del poder. (233)
“Será” porque en el futuro su herida será sanada. Cuando esto haya ocurrido, la
bestia volverá a disfrutar por un breve tiempo, de la antigua autoridad y prestigio que
tenía años atrás
.
Las siete cabezas
Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre
los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro
aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era,
y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición (vers. 9-11).
He aquí un enigma muy interesante.
Dice que las siete cabezas tienen dos significados: son "siete montes”; una pista
para identificar a la bestia con Roma. Aparte de eso, las cabezas son siete “reyes” o
potencias que ascienden sucesivamente una tras otra. Dice, además, que la bestia [Roma]
es una de las siete. En el momento histórico cuando la estamos viendo, la bestia [Roma]
ya “no es”.
Cinco de los siete reyes ya pasaron a la historia. El que está en el poder es el sexto.
El séptimo no tardará en llegar, pero cuando llegue, no será como los anteriores, porque