Page 203 - Vengo en Breve1

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Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los
idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira (vers. 15).
La pureza del Cielo, la eterna seguridad de los redimidos no se pondrán en peligro
con la presencia de aquellos que han hecho caso omiso de las amonestaciones e
invitaciones que les ha extendido el Espíritu Santo. Los que han amado más al pecado que
a Dios, van a quedar fuera de la santa ciudad, excluidos de la paz y dicha eternas que
disfrutarán los redimidos en compañía de Cristo. Éstos “tendrán su parte en el lago que
arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apoc. 21:8). (283)
La última invitación
Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las
iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la
mañana. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente
(vers. 16,17).
Es inmenso el amor de Dios hacia los pecadores. Misericordioso y clemente es
Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia” (Sal. 103:8). No quiere “que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Ped. 3:9). No quiere terminar el
libro sin extender una invitación más. Así que, nuevamente, ruega. Con palabras tiernas,
llenas de elocuencia y amor, nos invita: “El que quiera, tome del agua de la vida gra-
tuitamente”.
El Espíritu es el que llama a cada corazón, y la “esposa”, o sea la iglesia, es la
encargada de transmitir su mensaje en voz humana. Es verdad que los hombres se salvan
uno por uno. Pero el Señor añade cada día a la iglesia los que están siendo salvos (Hech.
2:47). Cuando la iglesia extiende la invitación, lo hace en nombre de Dios, y los que están
siendo salvos no quedarán aislados, sino que buscarán la compañía y el apoyo de otros
que, como ellos, esperan la pronta venida de Cristo mientras “guardan los mandamientos
de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apoc. 12:17).
Palabras finales
Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si
alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están
escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta
profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de
las cosas que están escritas en este libro (vers. 18,19). (284)
El Señor cuida la pureza de su mensaje, y con estas palabras advierte a todos
contra el error de añadir o quitar algo de la profecía.
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén;