Página 67 - Manual de investigaci

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a n u a l
d e
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n v e s t i g a c ió n
T
e o l ó g i c a
El capítulo 3 es una reseña de lo que se ha leído y debe incluir el
material del paso 4. Este capítulo incluirá: base teórica, otros programas
e información específica sobre el tipo de población para quien se ha pre­
parado la intervención. La longitud del trabajo determinará si hay que
dividir este capítulo. Si el programa tiene una base bíblica o teológica
extensa, puede ser necesario dedicarle a esto un capítulo separado. Por
otra parte, si la base bíblica o teológica es muy evidente en las presen­
taciones o los sermones del programa mismo y se incluyen notas de pie
de página, el profesor supervisor puede considerar que la exposición en
esa parte del programa es suficiente.
El desarrollo del programa se presenta en el capítulo 4. Esto inclu­
ye todo lo que se hace desde el paso inicial de fijar los blancos y obtener
el permiso de la junta de iglesia. Se informa acerca de fechas y lugares.
Los participantes generalmente no se mencionan por nombre, sino por
cargo o posición. Se presenta el esquema de acontecimientos relacio­
nados con el programa. En este capítulo se hace referencia a los ítems
que aparecen en los apéndices. Esta sección constituye una historia y
descripción completa del programa en su totalidad. Puede dividirse en
tres partes: preparación, presentación y evaluación.
El capítulo 5 contiene el resumen y las conclusiones. Allí se con­
signan las sugerencias para una investigación o implementación futura.
Los apéndices presentan una variedad de materiales, cada uno en
su propia sección. Por ejemplo, habrá correspondencia, invitaciones y
publicidad. También estarán: el texto de las presentaciones, los visuales
empleados y los materiales entregados a los participantes. No faltarán
las encuestas que se hayan realizado. Por cuanto los materiales que apa­
recen en el apéndice son imprescindibles para replicar el programa, no
debe faltar nada. No solo deben contener todos los elementos de la inter­
vención. Estos deben estar bien organizados y rotulados.
La bibliografía es el último elemento del trabajo. No por estar en
última posición deja de ser importante: con frecuencia, la bibliografía es
lo primero que mira un lector.
La metodología del desarrollo de programas puede ser muy útil
en el trabajo pastoral. Tal vez, cuando no se trate de una investigación
para fines académicos, dentro del ámbito de la iglesia local, no se sigan
todos los detalles, pero siempre vale la pena esforzarse por seguir el
modelo. La preparación de talleres, semanas especiales, programas de
fin de semana y series de estudios resulta más simple y segura cuando
se siguen estos pasos.