Página 160 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

Versión de HTML Básico

25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo
también la he recibido de mi Padre;
28 y le daré la estrella de la mañana.
29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
1.
Ángel.
Ver com. cap. 1: 20.
Efeso.
Algunos definen el nombre Efeso con el significado de "deseable". Efeso era en los días de
Juan la ciudad principal de la provincia de Asia, y más tarde fue su capital (ver p. 93; mapa p.
640; com. cap. 1: 4; 2: 12). Estaba situada en el extremo occidental de una gran carretera
que atravesaba el Asia Menor desde Siria; esto y su ubicación como un puerto marítimo
importante sobre el mar Egeo, hacían de ella un centro comercial importante. Parece que el
cristianismo fue predicado allí por primera vez por Pablo alrededor del año 52 d. C., cuando
se detuvo por un corto tiempo en esa ciudad de camino a Jerusalén y Antioquía en su
segundo viaje misionero. Sus amigos Aquila y Priscila se radicaron allí en esa ocasión y,
junto con un judío alejandrino llamado Apolos -cuyo concepto del cristianismo parece haber
sido formado antes de Pentecostés- fomentaron la obra de evangelización hasta el regreso
de Pablo, quizá uno o dos años más tarde (Hech. 18: 19 a 19: 7). Esta vez el apóstol
permaneció en Efeso unos tres años (ver t. VI, p. 31), más que en cualquier otro lugar en sus
otros viajes misioneros. Esto parece indicar que su obra allí fue muy fructífera. Lucas, su
biógrafo, declara que "todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra
del Señor Jesús" (Hech. 19: 10). Por lo tanto, es probable que durante este tiempo fueron
establecidas por lo menos algunas de las otras iglesias de Asia (ver Col. 4: 13, 15-16).
Después de su primer encarcelamiento en Roma, Pablo parece haber visitado nuevamente a
Efeso, quizá alrededor del año 64 d. C., y dejó como encargado a Timoteo (1 Tim. 1: 3).
No se conoce con exactitud nada más de la historia de la iglesia de Efeso, hasta que su
nombre aparece probablemente unos treinta años más tarde en el Apocalipsis; sin embargo,
la tradición indica que Juan, el discípulo amado de Jesús, llegó a ser el dirigente de esta
iglesia, quizá después de la disolución de la sede cristiana de Jerusalén, alrededor del 68 d.
C., durante la guerra judío- romana. Por lo tanto, cuando se escribió el Apocalipsis Efeso
debe haber sido uno de los centros principales del cristianismo. Era, pues, muy adecuado
que el primer mensaje de Cristo por medio de Juan hubiera sido dirigido a esta iglesia. Su
posición central en relación con el mundo cristiano general, hace más comprensible el hecho
de que su condición espiritual pudiese muy bien ser característica de toda la iglesia durante
el período apostólico 760 período de la historia cristiana que se extiende aproximadamente
hasta fines del siglo I (c. 31-100 d. C.; ver Nota Adicional al final del capítulo). Este período
bien puede llamarse el de la pureza apostólica, atributo sumamente deseable a la vista de
Dios.
Tiene.
Gr.
kraté
Ç
,
"sostener firmemente" una expresión más vigorosa que la que se usa en cap. 1:
16.