Siete estrellas.
Ver com. cap. 1: 16, 20. Los dirigentes de la iglesia deben estar de manera especial bajo la
protección y dirección de Cristo. En la tarea que se les ha asignado son siempre sostenidos
por el poder y la gracia de Dios. Debe notarse que la manera característica como Cristo se
presenta a cada una de las siete iglesias, proviene de la visión más amplia que Juan
contempló en el cap. 1: 11-18.
Anda.
Una descripción más completa de la relación de Cristo con su iglesia que la que se da en el
cap. 1: 13, donde Juan simplemente dice que Cristo está "en medio de los siete candeleros".
Las iglesias del tiempo apostólico disfrutaron del cuidado, la atención y el ministerio de
Cristo, y esta ha sido también la privilegiada situación de la iglesia cristiana en conjunto a
través de los períodos sucesivos de su historia. Así se cumple la promesa que el Señor hizo
a sus discípulos de estar con ellos "todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28: 20).
Candeleros.
Ver com. cap. 1: 12.
2.
Yo conozco.
A cada una de las siete iglesias Cristo declara: "Yo conozco tus obras". Su amonestación es
la de Aquel que conoce a fondo los problemas de cada iglesia, y que por lo mismo es capaz
de indicar una solución apropiada y eficaz.
Tus.
Posesivo que corresponde a la segunda persona del singular, porque Cristo se dirige al
"ángel" (vers. 1) que representa a cada miembro individualmente o a la iglesia como una sola
unidad. Cristo trata con los seres humanos tanto en su condición de grupos -como una
iglesia- como también en una relación personal directa con él.
Obras.
Gr.
érgon
, "hecho", "acción", "actividad", más particularmente obras que demuestren carácter
moral. La vida y conducta de la iglesia son conocidas totalmente por Jesucristo.
Trabajo.
Gr.
kópos,
la fatiga o cansancio que resulta de un intenso esfuerzo. Cristo afirma tener
conocimiento de las obras realzadas por la iglesia. También reconoce la fatiga que han
causado y la paciencia que fue necesaria.
Paciencia.
Gr.
hupomon
'
,
"perseverancia", "paciencia", "resistencia". Ver cap. 1: 9,com. "paciencia".
No puedes soportar.
Ahora, como en tiempos pasados, la iglesia se siente muy a menudo inclinada a "soportar" o
tolerar en su seno enseñanzas y prácticas malas supuestamente en nombre de la paz.
Posiblemente sea más cómodo para los ministros de Cristo permanecer callados en cuanto a
los pecados favoritos de sus congregaciones que tomar una posición firme a favor de la
verdad (cf. Isa. 30: 10; 2 Tim. 4: 3). La iglesia de Efeso debía ser alabada por hacer una
clara distinción entre la verdad y el error -ya fuera en doctrina o en práctica- y por definirse