con firmeza contra el error.
Los malos.
Es decir, los falsos apóstoles que se considerarán un poco más adelante con mayor detalle.
Los crasos errores doctrinales se reflejan tarde o temprano en mala conducta. Lo que una
persona hace es el inevitable resultado de lo que piensa y cree (ver Prov. 4: 23; Mat. 12: 34;
1 Juan 3: 3).
Probado.
Gr.
peiráz
Ç
,
"probar", "poner a prueba". La iglesia de Efeso había investigado diligentemente
las pretensiones y enseñanzas de esos falsos apóstoles. Ignacio, que escribió a principios
del siglo II, habla de la diligencia de los cristianos efesios al rechazar las herejías (
A los
efesios
ix 1).
Juan previno a los creyentes en una de sus epístolas en cuanto a la venida del "anticristo", y
les aconsejó que probasen "los espíritus si son de Dios" (1 Juan 4: 1-3). Se había cumplido
la amonestación dada por Pablo a los dirigentes de Efeso muchos años antes, de que en
medio de ellos entrarían los "lobos rapaces" que "hablarían cosas perversas" (Hech. 20:
29-30). Había aconsejado a los tesalonicenses: "examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tes.
5:2 l). Pedro había escrito detalladamente respecto a los "falsos profetas" y "f'alsos
maestros" (2 Ped. 2). Cf. 1 Tim. 1: 20; 2 Tim. 4: 14-18. Aunque al principio tal vez no era fácil
reconocer los errores sutiles de sus enseñanzas, los maestros podían ser reconocidos "por
sus frutos" (Mat. 7: 15-20).
Lo mismo sucede hoy, porque el verdadero "fruto del Espíritu" (Gál. 5: 22-23) no crece en las
vidas de los que enseñan y practican el error. Al cristiano sincero, sensible a las 761 cosas
espirituales, se le promete que si así lo desea podrá discernir el espíritu y los móviles no
cristianos que impulsan a todo maestro del error (ver com. 1 Juan 4: 1; Apoc. 3: 18).
Apóstoles.
Entre las herejías más serias que amenazaron a la iglesia a fines del siglo I, estaban el
docetismo y una forma antigua del gnosticismo. Estas y otras herejías que azotaron a la
iglesia de los días apostólicos, se tratan en el t. V, pp. 890-891 y t. VI, pp. 53-60. Una
antigua tradición indica en forma más específica que un gnóstico llamado Cerinto visitó a
Efeso y le creó dificultades a Juan y a su congregación (ver Ireneo,
Contra herejías
iii. 3. 4).
Lo que sucedió en Efeso durante este período, en relación con las luchas con los falsos
profetas, parece haber acontecido en la iglesia general.
3.
Has sufrido.
La iglesia de los efesios se había negado a "soportar a los malos" (ver com. vers. 2), y sufrió
pacientemente la inevitable aflicción causada por los falsos maestros y la persecución que
padeció a manos de judíos y gentiles fanáticos.
Paciencia.
Ver com. vers. 2.
Has trabajado.
La evidencia textual establece (cf. p. 10) la omisión de estas palabras. El texto establecido
del vers. 3 dice: "Y tienes paciencia y sufriste por mi nombre y no has desfallecido".