Página 176 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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Cf. cap. 20:4.
27.
Regirá.
Gr.
poimáin
Ç
, literalmente "pastorear", y por lo tanto "gobernar" (ver com. Mat. 2:6). El
pasaje se cita de Sal. 2:9. En cuanto al tiempo, las circunstancias y la naturaleza de la forma
en que Cristo quebrantará a las naciones con "vara de hierro" ver com. Apoc. 19: 15. Que
los judíos consideraban el pasaje de Sal. 2:9 como una predicción mesiánica, es evidente por
los Salmos de Salomón 17:23-24, obra seudoepigráfica, que contiene una plegaria para que
Dios suscite al hijo de David "para echar a los pecadores de la heredad, destruir la
arrogancia del pecador como vaso de alfarero" y "hacer pedazos toda su sustancia con una
vara de hierro". Como los redimidos vivirán y reinarán
con
Cristo, se los representa aquí
compartiendo la obra de Cristo (ver com. Apoc. 12:5; 20:4).
Vara.
La palabra que aquí se usa representa al
shébet
hebreo de Sal. 2:9, que puede corresponder
con una vara o cayado de un pastor (Sal. 23:4), un cetro (Sal. 45:6), o una vara de castigo
(Sal. 125:3). El contexto de Apoc. 2:27 sugiere que la "vara" aquí es símbolo de gobierno e
instrumento de castigo.
Quebradas.
Este dominio o reinado causará la destrucción de los impíos. En cuanto a la 769 naturaleza
de ese reino, ver com. cap. 20:4.
Vaso de alfarero.
Cf. Jer. 19. 1, 10-11.
Como yo también la he recibido.
Ver Mat. 11.27; 28:18; Juan 3:35; 5:22, 27; Hech. 17:31; t. V, p. 896.
28.
La estrella de la mañana.
Es decir, Cristo mismo (Apoc. 22:16; cf. 2 Ped. 1: 19). 29. Tiene oído. Ver com. vers. 7.
NOTA ADICIONAL DEL CAPÍTULO 2
La aplicación de los diversos mensajes para las siete iglesias a siete períodos consecutivos
de la historia de la iglesia (ver com. cap. 2: 1) sugiere, naturalmente, la conveniencia de
utilizar una serie de fechas de transición para facilitar la coordinación de los distintos
mensajes con sus respectivos períodos históricos; sin embargo, al procurar fijar tales fechas,
es bueno recordar que: (1) la profecía de las siete iglesias no implica un tiempo exacto en el
sentido común de la palabra, porque no la acompañan datos cronológicos específicos. Tiene
que ver principalmente con las sucesivas vicisitudes de la iglesia, y difiere en mucho de
profecías como las que se refieren a los 1.260 días de Dan. 7:25, los 2.300 días del cap. 8:14
y las 70 semanas del cap. 9:25. (2) Es difícil delimitar con fechas exactas los grandes
períodos de la historia. Usadas con este fin las fechas son, en el mejor de los casos, hitos
útiles de un carácter más bien general sin determinar límites exactos. La verdadera transición
de un período a otro es un proceso gradual; sin embargo, conviene escoger fechas