Rómulo Augústulo en 476 d. C., evidentemente dio al papado una inmejorable oportunidad
para ocupar la vacante que se produjo. El fundamento de las pretensiones que tenía la
iglesia para ocupar el poder fue, en realidad, el traslado de la capital del imperio de Roma a
Constantinopla, hecho por Constantino, lo cual dejó un gran vacío en Occidente. Un monje
de fines del siglo VIII tomó este traslado de la capital imperial como base para redactar un
documento que tituló la Donación de Constantino, en el cual se afirma que éste había dejado
en herencia al papa no sólo la autoridad eclesiástica en Occidente sino un amplio poder
político y posesiones, lo que lo convertiría virtualmente en el gobernante de Occidente. Y
esto fue lo que realmente pretendieron ser los papas durante la Edad Media.
III. Los comienzos de la Edad Media (590-800 d. C.)
Surgimiento del papado monárquico.-
El siglo VI presenció un notable aumento del poder papal. El papado era débil y estaba
dominado por el emperador Justiniano, de Constantinopla, el que había ordenado la
destrucción de los vándalos en el norte del África y de los ostrogodos en Italia. La
eliminación de esas dos tribus germánicas fue lo que abrió el camino, en gran medida, para
el desarrollo del poder papal, y lo que preparó el terreno para el grandioso pontificado del
papa Gregorio, llamado "Magno", de 590 a 604.
Gregorio sistematizó el ritual de la iglesia y promovió el monasticismo, que gradualmente
alcanzó popularidad en el Occidente, aunque todavía era visto con cierto recelo. Este papa
se interesó mucho en la actividad misionera, y fue quien envió en 597 al monje italiano
Agustín a Bretaña para que introdujera el catolicismo romano; pero el cristianismo ya se
había arraigado firmemente mucho antes en Bretaña. Gregorio organizó tropas para la
defensa de la ciudad de Roma contra los lombardos, quienes eran una espina para el papado
y al mismo tiempo una verdadera amenaza para su poder. Virtualmente se convirtió en el
gobernante civil de Roma y sus territorios circundantes, sustituyendo prácticamente al débil
exarca de Ravena, quien debía gobernar a Italia en nombre de los emperadores bizantinos.
Desde esa época el papado continuó aumentando su poder a pesar de que hubo algunos
papas débiles; entretanto, la influencia del emperador de Constantinopla disminuía
continuamente en Occidente, y finalmente se desvaneció. La diferencia entre el cristianismo
occidental o latino y el oriental o griego, se acentuaba más y más.
El monasticismo.-
Los cinco siglos que comienzan a partir de mediados del siglo VI han sido llamados "la edad
monástica", porque los miembros de las órdenes religiosas llegaron a representar un
segmento grande e influyente en la sociedad. Los monasterios prepararon dirigentes que
ejercieron una influencia moduladora en Europa y ayudaron a fortalecer el papado.
Monasticismo significa vivir solo o aislado. Este enclaustramiento se ha practicado desde
antes del establecimiento del cristianismo; generalmente lo buscan aquellos que desean
cultivar la vida íntima en reclusión y ascetismo. En la Edad Media 28 comenzó a ser
practicado por individuos que se apartaban de la sociedad en un intento por practicar el
cristianismo en un plano más elevado del que se esperaba de los miembros corrientes de la
iglesia. En el siglo IV ya algunos comenzaron a apartarse a los desiertos, pero no tanto para
huir del mundo como de las iglesias que, según ellos, se habían mundanalizado; al comienzo
se retiraron cerca de Alejandría, Egipto, y pronto en otros lugares. Los ermitaños llegaron a
ser en poco tiempo tan numerosos, que se juntaban en comunidades y comenzaron a
establecer reglas de conducta, con horas fijas para la devoción, las comidas, el estudio y el
trabajo. Estos monjes pronto constituyeron un poderoso ejército, el cual la iglesia fue
suficientemente sabia como para retener dentro de su esfera de influencia antes que