Página 2 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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demasiado breve para hacer justicia a la grandeza del tema. Los colaboradores y redactores
confiesan su incapacidad para extraer de la Santa Palabra toda la riqueza y profundidad de
significado que ella contiene. Si fuera posible hacerlo, entonces lo que llamamos el Libro de
Dios no sería más que un libro humano. Pero el mismo reconocimiento de nuestras
limitaciones ha servido para protegernos contra la tentación de dogmatizar en los pasajes de
difícil interpretación. Esperamos que el lector encuentre lo que nosotros hallamos a medida
que preparábamos estos siete tomos: una nueva visión de la grandeza de las Sagradas
Escrituras, una nueva comprensión de la armonía de la Sagrada Palabra, y una renovada
devoción al Dios que nos dio el Libro.
En este extenso Comentario no hemos considerado útil dedicar un largo espacio a discutir las
dilatadas y eruditas teorías de los representantes de la alta crítica, pues su interés por la
Biblia muy a menudo se parece al de un médico forense que trata de identificar un cuerpo, o
al de un anatomista que se propone disecarlo. Admitimos que ambos -forense y anatomista-
desempeñan un trabajo muy necesario en este mundo peligroso y pasajero; pero
encontramos muy poco lugar para la alta crítica. No pensamos que la Palabra de Dios sea
una materia inerte. Creemos que es la Palabra viviente, y nos hemos acercado a ella con
profunda humildad para estudiar la relación de sus partes vibrantes y comprender mejor la
obra del Espíritu divino que le da vida, simetría y belleza.
Estos siete tomos, de los cuales este es el último, son el resultado de tal acercamiento a las
Escrituras. Y agregaríamos: al valernos de este acercamiento hemos hallado necesario no
apartarnos de la razón ni ignorar ninguna evidencia, arqueológica o de otra naturaleza, que
pudiera referirse al esclarecimiento del texto bíblico o a la exégesis de las Escrituras.
Al final de este séptimo tomo se hallará un Índice General que contiene varios miles de
referencias de los siete tomos, y precediendo a éste, un índice de los vocablos hebreos y
griegos usados en los siete tomos, los cuales se explican en los comentarios respectivos.
Además, también se incluyen listas de mapas, diagramas e ilustraciones que se han
publicado a través de todo el Comentario.
Como su nombre lo implica, este Comentario bíblico adventista del séptimo día tiene el
propósito de expresar, en términos generales, el punto de vista de los adventistas en lo que
concierne a las Sagradas Escrituras; pero esto no significa que se haya fijado en forma
definitiva, rígida, el pensamiento o interpretación de la Iglesia Adventista sobre cada pasaje
de las Sagradas Escrituras. Sólo creemos que hemos 10 hecho un máximo esfuerzo por
presentar el consenso general del pensamiento de la Iglesia Adventista sobre la Biblia.
Para ayudarnos en este esfuerzo pedimos a un grupo representativo de nuestra iglesia que
leyeran cada tomo antes de ser impreso. Estamos muy agradecidos por sus sugerencias.
Los nombres del grupo especial de lectores de los primeros seis tomos, ya fueron publicados.
Los nombres de los diez lectores de este último tomo son los siguientes: R. A. Anderson, J. A.
Buckwalter, J. J. Cox, E. Heppenstall, G. E. Jones, M. E. Loewen, L. L. Moffit, P. E. Quimby,
D. R. Rees y L. B. Reynolds. Les agradecemos su cuidadosa lectura y sus valiosas
sugerencias y críticas. Expresamos, además, nuestro profundo aprecio a un grupo de
colaboradores mucho más grande, demasiado numeroso para mencionarlos por nombre, que
también leyeron porciones de este séptimo tomo.
Además del cuerpo editorial, cuyos nombres aparecen en la página 4, hay varios ayudantes
capacitados que han prestado asesoramiento editorial de diferentes maneras y durante
diversos períodos de tiempo. Con agradecimiento registramos aquí sus nombres en forma
permanente: Herbert E. Douglass, Earle Hilgert, Alger E. Johns, Leona Glidden Running y
Bernard E. Seton.