Página 276 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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de este capítulo.
Guardan los mandamientos.
El hecho de que el remanente sea identificado de esta manera, indica que los mandamientos
de Dios es especialmente en pugna en esta lucha entre el dragón y la iglesia (ver com. cap.
14: 12; CS 498- 503).
Testimonio de Jesucristo.
En el texto griego esta frase puede entenderse como " testimonio" que los cristianos dan
respecto a Jesús, o como el "testimonio" que se origina con Jesús y es revelado a su iglesia
por medio de los profetas (ver com. cap. 1: 2). Una comparación con el cap. 19: 10
claramente favorece la segunda interpretación. El "testimonio de Jesucristo" se define como
"el espíritu de la profecía", lo que significa que Jesús da testimonio o seguridad a la iglesia
por medio de las profecías.
La estrecha relación entre el "testimonio de Jesús" y la profecía se demuestra, además, al
hacer una comparación entre los cap. 19: 10 y 22: 9. En el cap. 19: 10 el ángel se identifica
como un "siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús", y en el cap.
22: 9 como "siervo contigo, y con tus hermanos los profetas". Según la razonable conclusión
que estas dos expresiones del ángel son paralelas, entonces los que tienen el testimonio de
Jesús pueden ser identificados con los profetas. Puesto que la obra distintiva de los profetas
es llevar los mensajes de Jesús al pueblo (ver com. cap. 1: 1), la interpretación de que el
testimonio de Jesús se refiere al "testimonio" que él tiene para la iglesia, queda firmemente
apoyada. Los Adventistas del Séptimo Día interpretan el pasaje de este modo, y creen que el
"resto" (o "remanente") se distinguirá por la manifestación del don de profecía en medio de
ellos. Creen que el "testimonio de Jesucristo" es el testimonio de Jesús entre ellos mediante
el don profético. Ver Nota Adicional com. cap. 19.
NOTA ADICIONAL DEL CAPÍTULO 12
Como el lenguaje y los símbolos del Apocalipsis han sido tomados en gran parte del AT (ver
p. 742; cf. com. Isa. 47: 1; Jer. 25: 12; 50: 1; Eze. 26: 13; Nota Adicional de Apoc. 18), para
entender correctamente la palabra "resto", usada en Apoc. 12: 17, necesitamos considerar
sus equivalentes hebreos dentro del contexto de su uso en el AT. Las tres palabras hebreas
más comunes en el AT para expresar la idea de remanente", son: (1)
peletah
(o
palet
,
palit
),
"lo que escapa", "aquellos que escapan"; de
palat
, "escapar", "librar"; (2)
she'erith
(o
she'ar
)
"el resto", "lo que queda", "restante", "remanente", y su verbo afín
sha'ar
, "dejar sobras",
"quedar de sobra", "quedar"; (3)
yether
, "lo que queda", "restante", "remanente", de
yathar
,
"dejar de sobra", "quedar de sobra". Los ejemplos del uso de estas palabras con referencia
al pueblo escogido de Dios, pueden ser clasificados de la siguiente manera:
1. Se habla de los miembros de la familia de Jacob que fueron protegidos en Egipto bajo el
cuidado de José, como una "posteridad" en la tierra, literalmente un "resto" o "remanente"
(
she'erith
; Gén. 45: 7). Se da énfasis al hecho de la protección. Hasta donde sepamos, la
familia entera sobrevivió.
2. En medio de la apostasía general, Elías protestó:"sólo yo he quedado [yathar] profeta de
Jehová" (1 Rey 18: 22); pero Dios declaró: "Y yo haré que queden [
sha'ar
] en Israel siete 828
mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal" (1 Rey 19: 14, 18; cf. Rom. 11: 4-5).
3. Un pequeño "remanente" (
peletah
) de las diez tribus "que ha quedado [
sha'ar
] de la mano
de los reyes de Asiria" cuando se llevaron a la gran mayoría de la nación al cautiverio,
"remanente" que había quedado en Palestina, (2 Crón. 30: 6). En el año 722 a. C. sólo Judá
"quedó" [
sha'ar
] como nación (2 Rey. 17: 18). Por lo tanto, se convirtió en "remanente"