Página 29 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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El reavivamiento del conocimiento.-
Este tenebroso período de persecución también fue paradójicamente un período de
esclarecimiento intelectual. Mucho de esto se debió al Islam, que contribuyó grandemente al
renacimiento intelectual de la Europa de Occidente. Con el colapso del gobierno imperial
romano occidental a mediados del siglo V, que coincidió con la invasión de los inteligentes
aunque ignorantes bárbaros, la cultura occidental sufrió un eclipse paralelo con el colapso
económico de ese entonces. La cristiandad occidental había vivido durante siglos en una
profunda y supersticiosa ignorancia alumbrada muy temporal y superficialmente por una
reaparición del conocimiento en la era de Carlomagno. Por lo tanto, los siglos que se
extienden desde mediados del siglo V hasta mediados del siglo X a veces son llamados la
Edad Oscura intelectual. Hubo oscuridad espiritual y moral, y también cultural. Algunos
prolongan la duración de la Edad Oscura hasta el tiempo de la Reforma, debido a que el
papado aplastó a los disidentes y la libertad religiosa durante ese tiempo. Espiritualmente
fue, sin duda, un período tenebroso. Pero si se prolonga la aplicación de ese término se
pasan por alto los grandes reavivamientos la cultura que aparecieron después del siglo X.
Hubo varios reavivamientos de la cultura, algunos generales, otros locales. De todos éstos el
surgimiento del interés intelectual en el siglo XII fue un notable anticipo del gran
Renacimiento humanístico de los siglos XIV y XV, que preparó el camino para la Reforma.
Las principales causas del reavivamiento del conocimiento fueron cuatro: (1) la fertilidad
natural de la mente europea occidental; (2) la pequeña corriente de cultura greco-latina que
el clero católico romano había mantenido fluyendo silenciosamente, principalmente en los
monasterios; (3) una pequeña dosis de conocimiento griego, proporcionado por eruditos que
huyeron de la invasión de los turcos 39 otomanos; (4) y, principalmente, la influencia del
Islam. Cuando los árabes conquistaron la Roma oriental y el norte del África, estaban
hambrientos de conocimiento, y quedaron admirados ante la riqueza de cultura greco-romana
y persa que cayó en sus manos. Se apoderaron de ella, le dieron nueva vida, la adaptaron a
su modo árabe e islámico de pensar, y la hicieron suya. El resultado fue una brillante
civilización islámica que irradió especialmente desde Bagdad, junto al río Tigris, y desde
Córdoba, en España. También contribuyeron los judíos, que tenían mucho en común con los
árabes.
Los pueblos cristianos de la Europa occidental al principio consideraron con desconfianza
esta cultura de los musulmanes, como si hubiera sido una especie de magia; pero
gradualmente a través de España y debido a la influencia de las primeras cruzadas, esa
cultura halló eco en la mente occidental. La educación greco-romana revivificada fue
presentada al Occidente con un ropaje islámico. El conocimiento matemático, médico y
científico que de esa forma ganó Occidente, fue mucho y práctico; pero la transferencia al
Occidente de la filosofía antigua, principalmente aristotélica, fue lo que suscitó el interés de la
cristiandad occidental y aun afectó la teología católica romana. Ese reavívamiento intelectual
culminó en el gran Renacimiento de los siglos XIV y XV. El Renacimiento hizo una gran
contribución a la Reforma, estimulando a los hombres para que pensaran por sí mismos,
demostrando que la Iglesia Católica Romana estaba lejos de ser el único custodio del
conocimiento, y guiando a los hombres piadosos para que estudiaran las Escrituras en sus
idiomas originales.
Decadencia papal y cisma.-
Un siglo después de los días de Inocencio III, era evidente que el papado había entrado en
un período de declinación que parecía presagiar su muerte. El papa Bonifacio VIII
(1294-1303) llegó al trono en un tiempo cuando las naciones, movidas por la fuerza de un
nuevo nacionalismo, se enfrentaban mutuamente en las fronteras de Europa. Inglaterra y