respaldaba a las siete cabezas, y que por lo tanto es más que sólo otra cabeza o la octava de
la serie: es su resumen y culminación, la misma bestia. En el texto griego la palabra que se
usa para "octavo" es del género masculino y por lo tanto no puede referirse a una cabeza,
cuyo nombre es del género femenino.
Perdición.
Ver com. vers. 8.
12.
Diez cuernos.
Cf. Dan. 7: 24; Apoc. 12: 3; 13: 1; ver com. Dan. 7: 7; Apoc. 12: 3.
Aún no han recibido reino.
Según algunos, el número "diez" especifica diez "reyes" o naciones; pero otros consideran
que "diez" es un número redondo, y que como tal se refiere a todos los poderes de la
categoría llamada "cuernos" sin tener en cuenta un número preciso. Este uso es frecuente en
las Escrituras (ver com. cap. 12: 3). Algunos suponen que estos diez cuernos representan
los diez poderes especificados antes en Dan. 7 y en Apoc. 12 y 13. Otros, considerando que
estos diez "por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia", creen que,
por lo tanto, no pueden ser identificados con las diversas naciones que surgieron durante el
desmoronamiento del Imperio Romano.
Hora.
Gr.
h
Ç
ra
, "período de tiempo", ya sea de un año, de un mes, o de un día; "hora", "tiempo".
H
Ç
ra
se traduce indistintamente como "hora" o "tiempo" en Mat. 14: 15; 18: 1; Mar. 6: 35; Luc.
2: 38; Juan 16: 2, 4, 25; 2 Cor. 7: 8; File. 15; 1 Juan 2: 18; Apoc. 14: 15. Se traduce como
"poco de tiempo" en 1 Tes. 2: 17, "ya hora" en Rom. 13: 11 y "anochecía" en Mar. 11: 11. Es
obvio que el significado de
h
Ç
ra
debe determinarse en cada caso por el contexto.
Algunos han tomado la "hora" del cap. 17: 12 como un tiempo profético, lo que representaría
un lapso literal de unas dos semanas; pero el contexto parece indicar algo distinto. Se
reconoce generalmente que en el cap. 18 se da una explicación más detallada de los
sucesos descritos en el cap. 17: 12-17; pero el lapso designado como "un día" en el cap. 18:
8 también se llama "una hora" en los vers. 10, 17, 19, de donde se deduce que la Inspiración
se propuso indicar un período breve sin especificar su duración exacta. Por lo que se ha
expuesto parece preferible entender la expresión "una hora" del cap. 17: 12 como un periodo
breve, indeterminado.
Los lapsos mencionados en los pasajes proféticos no siempre designan lo que comúnmente
se conoce como tiempo profético. Por ejemplo, los siete años de hambre predichos por José
fueron años literales (Gén. 41: 25-31), y también lo fueron los 40 años de peregrinaje
predichos en Núm. 14: 34. Lo mismo puede decirse de los 400 años de Gén. 15: 13, de los
70 años de Jer. 25: 12; 29: 10, y de los 1.000 años de Apoc. 20: 4.
La breve "hora" del cap. 17: 12 presenciará la culminación de los planes satánicos para
unificar el mundo por medio de un pacto entre 870 las organizaciones religiosas apóstatas
representadas por la mujer, y los poderes políticos representados por la bestia (ver com. cap.
16: 13-14; 17: 3). Fue indudablemente durante esta breve "hora" cuando Juan vio a la,
"mujer", sentada sobre la "bestia" en el apogeo de su carrera, y "ebria" con la sangre de los
santos y de los mártires de Jesús (vers. 3-6).