Ejecutar lo que él quiso.
Es decir, llevar a cabo el "propósito" o "decreto" (ver com. com. ver. 13) del tribunal divino en
cuanto a la suerte de "la gran ramera" (ver com. cap. 16: 19; 17: 1).
Ponerse de acuerdo.
Ver com. vers. 13.
Dar su reino.
Ver com. vers. 13.
Se cumplan.
O hasta la sentencia sea plenamente ejecutada. Las organizaciones mundiales religiosas
apóstatas coligadas (ver com. cap. 16: 13) y sus dirigentes, serán los primeros en caer (cf.
CS 714) cuando el factor político de la coalición universal político-religiosa (ver com. cap. 16:
13; 17: 5) se convierta en un instrumentos en las manos de Dios para ejecutar la sentencia
contra elementos religioso de dicha unión (cf. Isa. 10: 5; 13: 4-9; 14: 4, 6; 28: 17-22; 47:
11-15; Jer. 25: 14, 34-38; 50: 9-15, 29- 31; 51: 49; Eze. 26: 3; Dan. 11: 45; Zac. 11: 10; ver
Apoc. 19: 2).
Las palabras de Dios.
Es decir, su "voluntad" como se expresan la sentencia contra la Babilonia simbólica (Apoc.
16: 17, 19; 17: 1).
18.
La mujer.
Ver com. vers. 3.
La gran ciudad.
La Biblia literal fue
la
"gran ciudad" (ver Nota Adicional de Dan. 4). La ciudad de Babilonia
representada desde el tiempo de Babel la oposición organizada a lo propósitos de Dios en la
tierra (ver com. Gén. 11: 4-6; Apoc. 14: 8). Una ciudad es una comunidad organizada e
integrada por seres humanos; por lo tanto, cuán apropiado es "Babilonia la grande" como un
símbolo profético d la organización religiosa apóstata, bien constituida y universal. 872
COMENTARIOS DE ELENA C. DE WHITE
2 CS 591
4-6 CS 432
6 CS 64
14 HAp 298; PR 532; PVGM 347; ST 223
15 CS 493
18 CS 432; PP 163
CAPÍTULO 18