Página 349 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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2
La caída de Babilonia.
4
Se le ordena al pueblo de Dios a salir de ella.
9
Los reyes de la
tierra,
11
y los mercaderes y los marineros se lamentaban sobre ella.
20
Los santos se
regocijan por los juicios de Dios contra ella.
1 DESPUES de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue
alumbrada con su gloria.
2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho
habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda
y aborrecible.
3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la
tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia
de sus deleites.
4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de
sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella
preparó bebida, preparadle a ella el doble.
7 Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto;
porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;
8 por lo cual en un solo día vendrán su plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con
fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
9 Y los reyes de la tierra que han formado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán
y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,
10 parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de
Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!
11 Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno
compra más sus mercaderías;
12 mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de
seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de
madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol;
13 y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo,
bestias, ovejas, caballos y cabras, y esclavos, almas de hombres.
14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y
espléndidas te han faltado, y nunca más te hallaras.
15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se preparan lejos
por el temor de su tormento, llorando y lamentando,
16 y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de
escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!
17 Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que
viajan en naves, y marineros, y todos os que trabajan en el mar, se prepararon lejos;
18 y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a
esta gran ciudad?
19 Y echaron polvo sobre sus cabezas y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay,