Se ha glorificado y ha vivido en deleites.
La primera parte del vers. 7 dice: "tantas cosas 875 la han glorificado y hecho licenciosa".
¡Tantas cosas han contribuido a su orgullo y lascivia! Su arrogante suficiencia propia la hizo
confiar en el éxito final de su complot para aniquilar al pueblo remanente de Dios y reinar en
forma suprema sobre la tierra. Está orgullosa de su riqueza, popularidad y poder. Cf. Isa.
47: 6-10; Eze. 28: 2, 4-5, 16.
Tormento.
Ver com. cap. 17: 16; 18: 4.
Llanto.
O "duelo" como resultado de las "plagas" (vers. 4) que la atormentan. Compárese con el
lamento de los "reyes" y "mercaderes" (vers. 9, 11).
Dice en su corazón.
Lo dice en el tiempo en que el ángel del vers. 4 proclama su mensaje de advertencia antes
del fin del tiempo de gracia, y más tarde durante la sexta plaga (ver com. cap. 17: 1). Un
amor propio exagerado la ha llenado de confianza en su impío plan de gobernar el mundo.
Su intento de engañar a otros ha resultado en su propio y total autoengaño. No sólo ha
"embriagado" a otros, sino que ella también está embriagada (ver com. cap. 17: 2, 6).
Estoy sentada como reina.
Nótese el tiempo presente del verbo (ver com. "dice en su corazón"). La verdadera iglesia es
presentada en la Escritura como una "virgen pura" (ver com. 2 Cor. 11: 2). como la novia
("esposa") de Cristo (ver com. Efe. 5: 23-32; cf. com. Apoc 12: 1; 19: 7-8). La gran ramera
se hace pasar por la novia de Cristo delante de los moradores de la tierra, sobre los cuales
pretende ejercer dominio en el nombre de Cristo; pero es una "reina" falsa (cf. Isa. 47: 6-10),
una ramera que nunca tuvo un esposo legítimo, y sin embargo se jacta de sus conquistas.
¿Acaso no la agasajan los "reyes" y "los grandes" de la tierra (Apoc. 18: 9, 23)? ¿No están
sometidos a su voluntad como instrumentos dedicados a sus proyectos nefastos? (ver com.
cap. 17: 2).
No soy viuda.
Como "viuda" no tendría posición legal ni podría aspirar a la lealtad de los moradores de la
tierra. Cf. Isa. 47: 8, 10. En tiempos del NT las viudas, tanto judías como romanas, debían
depender de sus hijos si los tenían. Si no, se nombraba a algún hombre como tutor de la
viuda, quien no tenía derecho a tomar decisiones ante la ley.
Llanto.
Lo que menos espera sin duda le sobrevendrá (ver com. Isa. 47: 11).
8.
Por lo cual.
Es decir, a causa de su arrogante jactancia, su orgullosa exaltación propia, su completa
lascivia, su codicia inescrupulosa de poder y supremacía, y su atrevida oposición a la
voluntad revelada de Dios.
Un solo día.
Algunos creen que se trata de tiempo profético, y que por lo tanto representa un año literal;