testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba
Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un
nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos.
15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con
vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso
16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.
17 Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves
que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
18 para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y
de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.
19 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el
que montaba el caballo, y contra su ejército.
20 Y la bestia fue apresada y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las
señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían
adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde
con azufre.
21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el
caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
1.
Después de esto.
Es decir, después de ser testigo de las escenas presentadas en los cap. 17 y 18 (ver com.
cap. 18: l). Las del cap.19 fueron presentadas a Juan inmediatamente, sin interrupción.
Según el vers. 2, es evidente que se entona este canto después de 884 que el castigo ha
sido ejecutado contra la "gran ramera", acontecimiento que sucederá durante la séptima
plaga (ver com. cap. 16: 19; 17: 1) y, por lo tanto, después de la escena descrita en los cap.
17: 16-17; 18: 4-23. De acuerdo con TM 432, la entonación de este cántico de alabanza a
Dios será inmediatamente después de que se haya completado la obra del séptimo ángel
portador de la plaga. Si los sucesos de los cap. 18 a 20 son registrados en orden cronológico,
como parece ser el himno del cap. 19: 1-7, se canta en estrecha relación con los
acontecimientos que acompañan a la segunda venida de Cristo, pero si es al mismo tiempo o
inmediatamente antes o después, no puede determinarse con seguridad. El contexto puede
entenderse como que el himno se cantará en un momento inmediatamente anterior a la
aparición de Cristo (cf. vers. 11).
Una gran voz.
Ver com. cap. 11: 15.
Gran multitud.