Apresada.
O "capturada". La fase de la batalla después de la aparición de Cristo es corta y dramática,
porque desde su comienzo la "bestia" y el "falso profeta" son capturado (ver com. cap. 16: 17,
19).
Falso profeta.
Es decir, el protestantismo apóstata, que es engañado por Satanás y coopera con él (ver
com. cap. 13: 11-17; 16: 14). Un "profeta" es el que habla en nombre de otro (ver com. Mat.
11: 9). Este "profeta" habla en nombre de la primera bestia, en relación con la curación de su
"herida mortal (ver com. cap. 13: 12; 17: 8), para persuadir al mundo para que se una en
homenaje a ella.
Señales... engañado.
Ver com. cap. 13: 13-14; 16: 14; 17: 2; 18: 2-3, 23.
Marca de la bestia.
Ver com. cap. 13: 16 cf. cap. 14: 9; 16: 1.
Imagen.
Ver com. cap. 13: 14; 14: 9.
Un lago de fuego.
O "el lago que es fuego". Esta frase dirige inmediatamente la atención del lector a una frase
idéntica en cap. 20: 10, la que a su vez parece llevar a la conclusión de que las dos se
refieren al mismo acontecimiento caracterizado por el fuego, es decir, la destrucción de los
impíos final de los mil años; pero el hacerlo presenta un problema. Es muy evidente que en
el cap 19 se tratan acontecimientos relacionado con la segunda venida de Cristo; por lo tanto,
sostener que este lago de fuego describe un acontecimiento al final de los mil años, es sacar
este versículo de su contexto. Siempre es mejor, hasta donde sea posible, hallar un
explicación que permita que una determina da declaración mantenga su secuencia histórica
en un pasaje de las Escrituras. En cuanto al cap. 19: 20, esto es posible si se toma com
premisa razonable que habrá un castigo divino con fuego tanto al principio como al fin de los
mil años. No hay contradicción alguna entre un lago de fuego al principio y otro final de los
mil años.
Jaime White escribió acerca de este punto "Permítaseme decir que hay dos lagos de fuego,
uno en cada extremo de los mil años (RH 21-1-1862).
21.
Los demás.
Es decir, todos los habitantes del mundo, salvo los redimidos (ver la Notas Adicionales del
cap. 20).
La espada.
Ver com. vers. 15.
Del que montaba
Ver com. vers. 11.
Todas las aves