¿Entiende lo que lee?
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Capítulo 3
ESTUDIE LO QUE LEE:
HERRAMIENTAS PARA LA INTERPRETACIÓN
¿Qué tan útiles son los idiomas antiguos?
A fin de convencer a sus alumnos de la importancia del hebreo bíblico, el
maestro de cierto seminario en los Estados Unidos sugirió que este idioma sería el
que se hablará en el cielo. Acto seguido, un estudiante mexicano exclamó: “¡Eso no
es posible!” -Y añadió- “En todo caso, el idioma en el cielo va a ser el inglés”.
Intrigado por el hecho de que este alumno favoreciera el idioma inglés,
incluso por encima del español, el maestro no resistió preguntarle el porqué de
semejante afirmación. Cuestionamiento al que, tras dibujar una sonrisa, el alumno
contestó: “Bueno..., lo que pasa es que a ustedes, los estadounidenses,
prácticamente les resulta imposible aprender otro idioma”.
Cierto o no, el hecho es que interpretar a fondo la Biblia requiere el
conocimiento de idiomas diferentes al nuestro, específicamente de las lenguas
antiguas que sus autores utilizaron para escribirla. De hecho, puesto que ninguna
traducción es capaz de expresar en plenitud los matices de los textos bíblicos
originales, se espera que los intérpretes bíblicos profesionales no solo conozcan las
lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego), sino que también dominen el uso de las
mismas.
Pese a que probablemente usted no tiene planes de adentrarse tan a fondo
en los idiomas bíblicos, aun así es importante que conozca algunas de sus
características más importantes con el fin de tomarlas en cuenta a la hora de
interpretar la Biblia. A continuación le mencionaré, entonces, algunas de las
peculiaridades de dichos idiomas.
El hebreo y el arameo