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¿Entiende lo que lee?
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hemos venido hablando, sino que sería predicar nuestras propias ideas (o a nosotros
mismos), en vez del mensaje de la Biblia.
Busque la palabra clave y la interrogante que contestará su sermón
Observe cuidadosamente las conjunciones o las partículas que unen las
diferentes partes de su pasaje, estrofa o narración. Al hacerlo, podrá hallar lo que
puede denominarse la palabra homilética clave. Así, por ejemplo, una serie de
“porqués” denotaría que usted está ante una serie de
razones,
mientras que muchos
“si” (oraciones condicionales), sugerirían un claro conjunto de
condiciones
que se
espera han de cumplirse a fin de obtener algo.
Gracias a esto, usted logrará identificar cuál es la interrogante que las mismas
secciones de su pasaje y de su sermón habrán de responder entonces: ¿Quién?
¿Qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Y si bien no siempre encontrará ambos elementos (la palabra clave y la
interrogante) tan claramente en su pasaje, es imprescindible que al menos uno de
ellos sí sea lo suficientemente claro, tanto para usted como para su audiencia, al
momento de desarrollar su tema.
Elabore un bosquejo
Hecho esto, usted deberá elaborar un bosquejo de su sermón, esto es, una
guía escrita que le ayude a ordenar lógicamente sus ideas y hallazgos, a fin de
exponerlos de la manera más efectiva posible.
Al escribir, y sobre todo al enunciar los títulos de las secciones del bosquejo de
su sermón ante la congregación, procure que estos no contengan nombres de
personajes bíblicos, a menos que usted se refiera específicamente a Dios. Tampoco
use verbos en pasado en sus títulos, prefiera el presente y, mejor aún, los verbos en
imperativo.
Asimismo, a fin de que su auditorio se sienta mucho más identificado con el
tema es preferible el uso de la primera persona plural (“nosotros”) que el de la tercera
(“él”, “ella”, “ellos”, “ellas”). Afine la “puntería” hacia su congregación, no hacia la
gente del tiempo de la Biblia. Su mensaje no será menos espiritual o bíblico por esto,
sino mucho más accesible a la mentalidad de la mayoría de sus escuchas.