que era necesaria la intervención de unaenorme cantidad de intercesores, tanto en la tierra como en el
cielo.
¡Qué triste concepto de nuestro Padre Celestial! Ciertamente es un concepto implantado por el
enemigo de nuestras almas.
Es extraño que pudierapropagarse semejante ideaen el seno de la iglesia, siendo que tenemos
en la Biblia las palabras del mismo Señor al respecto. El enseñó a sus discípulos que debían llamar a Dios
"Padre nuestro". Él fue quien dijo a través del profeta: "¿Se olvidará lamujer de lo que dio a luz, para
dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque se olvideella, yo nuncame olvidaré de t i. He aquí
que en las palmas de las manos te tengo esculpida" (Isa 49:15,16). Y el Señor Jesucristo dijo: "¿No se
venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y, sin embargo, ni uno de ellos estáolvidado ante Dios. Esmás,
aun los cabellos de vuestra cabezaestán todos contados. No temáis; vosotros valéismás que muchos
pajarillos" (Luc. 12:6, 7).
Además, Cristo dijo claramente a sus seguidores: "No os digo que rogaré por vosotros, pues el
Padre mismo os ama" (Juan 16:26,27). El Padre nos ama tanto que ni el mismoHijo tiene que rogar por
nosotros. ¿Cómo, pues, seráposible creer que hay necesidad de miles de intercesores para convencerlo
a que atiendanuestros asuntos? Esmuy claro que esa idea se originó directamente en el concepto
pagano de un dios limitado que no puede atender a sus hijos y que no se interesamucho por el los.
El resultado de todo esto fue que cuando una ciudad paganaoptaba por declararse convertida
al cristianismo, simplemente le quitaban el nombredel dios patrono y le ponían el nombre de un
cristiano difunto. Lomismo sucedía con los gremios de artesanos, con los días del año, etc. Ya el
platonismo habíapuesto a losmuertos a vivir sin cuerpo alrededor del trono del Padre celestial; así que,
era asunto fácil ponerlos como intercesores, encargados de los asuntos que antes habían atendido los
distintos dioses. Yasí fue como el sincretismo logró otra victoria al corromper lapurezade la fe
cristiana.
Éstos son apenas unos pocos ejemplos de losmuchos que podríamos citar para ilustrar los
resultados de la "fornicación", o sea, del sincretismo que tuvo lugar en el tiempo de Pérgamo.
La "espada" de Cristo
Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendréa ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada demi
boca
(vers. 16).
No dice Cristo, "Pelearécontra ti" sino, "contraellos". Estaexpresión confirmanuevamente el
hecho de que estosmensajes se dirigen a los fieles que siempre han constituido la "iglesia invisible". La
palabra "ellos" se refiere a las personas que estando en la iglesia visible, participan de ladoctrinade
Balaam.
El arma con la que Cristo va a pelear contraellos se llama laespadade su boca porque es la
Palabrade Dios. Dice el apóstol Pablo: "Tomad [...] laespadadel Espíritu, que es laPalabrade Dios" (Efe.
6:17; Heb. 4:12). No se refiere al papel y tintade la Biblia impresa; tampoco se refierea los sustantivos,
verbos y demás vocablos con los cuales se expresael mensajecelestial, y ni siquiera se refiere al