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El cuidado del cuerpo no solo obedece a motivos de salud, sino que también tiene que ver con la salud
mental y espiritual de la persona. ¿Por qué Jesús espera estas cosas de ti?,
“Amados, ahora somos hijos
de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se mani!este,
seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es”
(1 Juan 3:2)
. Es decir, Dios quiere que seas
semejante a él, y que tengas salud.
¿Cuál es la única manera de vivir para la gloria de Dios?,
“Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el
pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos;
el que permanece en mí, y yo en él, este lleva
mucho fruto;
porque separados de mí nada podéis hacer”
(Juan 15:4 y 5)
. El que cree en Cristo, acepta
sus enseñanzas y se dispone a obedecer todo lo que sea para su bien.
Las leyes alimenticias que Dios dio a Israel, no pueden ser consideradas como los diez eter-
nos principios de Éxodo 20, pero son consejos de salud que solo te harán bien si los pones
en práctica. Cuando Dios le dijo a Pedro: “No llames inmundo a lo que Dios limpió”, no estaba
hablando de comida. El capítulo 10 del libro de Hechos tiene como tema central la aceptación
de los gentiles y no la aceptación de los alimentos inmundos. Las personas que aman a Jesús
cuidarán su cuerpo para servir mejor a Dios.
SECCIÓN DE COMPRENSIÓN
Dedica unos momentos para contestar lo siguiente:
1. Según Efesios 2:12, ¿cómo vive una persona sin Cristo?
a. Es próspera.
b. Sin esperanza y sin Dios.
c. En la abundancia.
2. Efesios 2:13 dice que fue mediante una persona que tú llegaste a ser “cercano” a Dios, ¿quién es
esa persona?
a. El ángel más poderoso del cielo.
b. Tu consejero espiritual.
c. Cristo.
3. ¿Cómo cuidan su cuerpo los que aman a Dios? Anota las respuestas.
a.
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b.
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c.
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d.
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Mira el video correspondiente en el DVD o en www.quierovivirsano.org (Tiempo 6:40 min)
MI DECISIÓN:
Después de haber entendido que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo y que no es
mío, decido cuidar mi cuerpo, con la ayuda de Dios.
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