Página 23 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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8.
Ver EGW com. cap. 8: 3-4.
9-12.
Ver EGW com. Heb. 1: 14.
11 (cap. 7: 1-3; 16: 13-16; Heb. 1: 14; ver EGW com. Heb. 9: 24).
Manos de ángeles unidas alrededor del mundo.-
Juan escribe: "Miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono". Ángeles estaban
unidos en la obra de Aquel que había desatado los sellos y había tomado el libro. Cuatro
ángeles poderosos retienen los poderes de esta tierra hasta que los siervos de Dios sean
sellados en sus frentes. Las naciones del mundo están ávidas por combatir; pero son
contenidas por los ángeles. cuando se quite ese poder restrictivo, vendrá un tiempo de
dificultades y angustia. Se inventarán mortíferos instrumentos bélicos. Barcos serán
sepultados en la gran profundidad con su cargamento viviente. Todos los que no tienen el
espíritu de la verdad se unirán bajo el liderazgo de seres satánicos; pero serán retenidos
hasta que llegue el tiempo de la gran batalla del Armagedón.
Ángeles están circundando el mundo, rechazando las pretensiones de Satanás a la
supremacía, las que presenta debido a la gran multitud de sus adeptos. No oímos las voces
de esos ángeles, ni vemos con la vista natural la obra de ellos; pero sus manos están unidas
alrededor del mundo, y con vigilancia que no duerme mantienen a raya a los ejércitos de
Satanás hasta que se cumpla el sellamiento del pueblo de Dios.
Los ministros de Jehová -ángeles tienen habilidad, poder y gran fortaleza- están
comisionados para ir del cielo a la tierra con el 409 fin ministrar al pueblo de Dios. Se les ha
dado la obra de retener el rabioso poder del que ha descendido como un león rugiente
buscando a quien devorar. El Señor es un refugio para todos los que depositan su confianza
en él. Les ordena que se escondan en él por un momento hasta que pase la indignación.
Saldrá pronto de su lugar para castigar al mundo por su iniquidad. Entonces la tierra
descubrirá su sangre y no encubrirá más sus muertos (Carta 79, 1900).
El cielo es un lugar de intensa actividad.-
Ojalá todos pudieran contemplar a nuestro precioso Salvador tal como es:
un Salvador.
Que
su mano aparte el velo que oculta su gloria de nuestros ojos. Aparece en su elevado y santo
lugar. ¿Qué veremos? Nuestro Salvador no está en actividad de e inactividad: está rodeado
por seres celestiales, querubines y serafines, miríadas y miríadas de ángeles.
Todos esos seres celestiales tienen un propósito superior a todos los demás, en el cual están
intensamente interesados: la iglesia [de Cristo] en un mundo de corrupción. Todas esas
huestes están al servicio del Príncipe del cielo, ensalzan al Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo. Están trabajando para Cristo, bajo su mandato, para salvar hasta lo sumo
a todos los que dependen de él y creen en él. Estos seres celestiales se apresuran en su
misión haciendo en favor de Cristo aquello que Herodes y Pilato hicieron contra él. Se unen
para destacar el honor y la gloria de Dios. Están unidos en una santa alianza, en una
grandiosa y sublime unidad de propósito, para mostrar el poder, la compasión, el amor y la
gloria del Salvador crucificado y resucitado.
Estos ejércitos del cielo ilustran con su servicio lo que debiera ser la iglesia de Dios. Cristo
está trabajando en favor de ellos en los atrios celestiales, enviando a sus mensajeros a todas
partes del globo para que ayuden a cada sufriente que acude a él en busca de ayuda, de vida