Página 54 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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se unirán en los cantos de triunfo. Tocando sus arpas de oro llenarán todo el cielo con dulce
música y cantos al Cordero (MS 31, 1909).
2 (cap. 2: 7; Gén. 2: 9; ver EGW com. Gén. 3: 22-24; Juan 5: 39).
Poder vivificante del árbol de la vida.-
El árbol de la vida es una representación del cuidado protector de Cristo por sus hijos.
Cuando Adán y Eva comían de ese árbol reconocían su dependencia de Dios. El árbol de la
vida poseía el poder de perpetuar la vida, y mientras comieran de él no podían morir. Las
vidas de los antediluvianos se prolongaron debido al poder vivificador de ese árbol [poder]
que les fue transmitido por Adán y Eva (RH 26- 1- 1897).
(Juan 1: 4.)
El fruto vivificante es nuestro mediante Cristo.-
El fruto del árbol de la vida en el jardín del Edén poseía virtudes sobrenaturales. Comer de él
equivalía a vivir para siempre. Su fruto era el antídoto de la muerte. Sus hojas servían para
mantener la vida y la inmortalidad. Pero debido a la desobediencia del hombre, la muerte
entró en el mundo. Adán comió del árbol del conocimiento del bien y del mal, cuyo fruto aun
le había sido prohibido que tocara. Su transgresión abrió las compuertas de la maldición
sobre la raza humana.
El Agricultor celestial trasplantó el árbol de la vida al paraíso del cielo después de la entrada
del pecado; pero sus ramas cuelgan sobre la muralla hacia el mundo que está más abajo.
Por medio de la redención comprada por la sangre de Cristo, aún podemos comer de su
vivificante fruto.
De Cristo está escrito: "En él estaba la vida, 430 y la vida era la luz de los hombres". El es la
fuente de vida. Obedecerle es el poder vivificante que alegra el alma.
Cristo declara: "Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí
cree, no tendrá sed jamás" [se cita Juan 6: 57, 63; Apoc. 2: 7 ú. p.] (ST 31- 3- 1909).
(Sal. 19: 10; Juan 6: 54-57.)
El árbol de la vida plantado para nosotros.-
Los hijos de los hombres han tenido un conocimiento práctico del mal; pero Cristo vino al
mundo para mostrarles que ha plantado para ellos el árbol de la vida, cuyas hojas eran para
la sanidad de las naciones (MS 67, 1898).
Las hojas del árbol de la vida os son ofrecidas. Son más dulces que la miel y que la que
destila del panal. Tomadlas, comedlas, digeridlas, y vuestro miedo se desvanecerá (MS 71,
1898).
Cristo . . . era el árbol de la vida para todos los que quisieran tomarlo y comerlo (MS 95,
1898).
La Biblia es el árbol de la vida para nosotros.-
Recuerden todos que el árbol de la vida lleva doce clases de frutos. Esto representa la obra
espiritual de nuestras misiones en la tierra. La Palabra de Dios es para nosotros el árbol de
la vida; cada porción de la Escritura tiene su uso; en cada parte de la Palabra hay alguna
lección que aprender. Aprended pues cómo estudiar vuestras Biblias. Este Libro no es un
montón de retazos; es un educador. Debéis ejercitar vuestros propios pensamientos antes de
poder sacar verdadero beneficio del estudio de la Biblia. Los nervios y los músculos