estar viva después de siglos de muerte y oscuridad, pero en Sardis el Señor pudo
encontrar tan sólo "unas pocas personas" que no han manchado sus vestiduras.
Y, ¿quiénes serían estas "pocas personas"? ¿Las reconoce la historia? Sin duda, la
mayoría de ellas serán conocidas sólo en aquel día cuando los libros de Dios sean abiertos
a la vista de los mortales. Pero las páginas de la historia conservan el registro de algunos
individuos que en ese tiempo no mancharon sus vestiduras. Al estudiar la siguiente iglesia,
consideraremos la historia de algunos de estos fieles cristianos de Sardis y el desarrollo
posterior del movimiento establecido por ellos.
Ropas blancas para los vencedores
A ellos, los que no llegaron a participar de la muerte espiritual de la época, se
dirige una hermosa promesa:
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias (vers. 5, 6).
Las vestiduras blancas, premio del vencedor en Sardis, simbolizan la justicia que
Cristo otorga a los suyos. Esta justicia comprende la justificación, o sea, el perdón que
recibe el creyente al aceptar a Cristo (Apoc. 6:11), como también la santificación, es a
saber, la transformación de la vida por medio de la cual llega a ser posible para el cristiano
realizar acciones justas (Apoc. 19:8).
El cumplimiento de esta promesa trasciende hasta el juicio, ocasión en la cual
Cristo reconocerá a los fieles, confesando su nombre delante del Padre y delante de sus
ángeles" (vers. 5; compárese con Luc. 12:8).
Filadelfia: la iglesia del amor fraternal
La ciudad de Filadelfia
La ciudad receptora del sexto mensaje del Cristo resucitado se llama Filadelfia. De
la historia de esta ciudad, como también del nombre mismo, se desprende una
interesante historia de amor.
Filadelfia fue establecida antes del año 138 a.C., y recibió su nombre en honor al
rey Atalo II "Filadelfo" de Siria.
Filadelfia
significa "amor fraternal", y el monarca había
recibido dicho sobrenombre por la destacada lealtad que había mostrado hacia su
hermano quien ocupó el trono antes que él.
Otro detalle interesante en la historia de Filadelfia es que, en un sentido secular,
era una ciudad "misionera" desde su establecimiento. Se encuentra en la antigua Misia,
pero cercano a un punto donde se unen las fronteras de esta provincia con las de Lidia y