con la edificación del templo pagano de Júpiter en Jerusalén y la rebelión de Barcoquebas.
Estas dos opiniones contrarias se mantuvieron.
42 meses, 1.260 días.-
Varias profecías que tienen elementos cronológicos fueron consideradas como relacionadas
entre sí: los 1.260 días en que profetizan los dos testigos, los 42 meses de la santa ciudad
hollada, la muerte y resurrección de los testigos durante los 3 1/2 días, seguidas por el
"terremoto" y la caída de la "décima parte" de la "ciudad".
Thomas Brightman (1600) interpretaba los 1.260 días de los testigos como 1.260 años desde
Constantino hasta aproximadamente 1558, fecha cuando comenzó de nuevo con el Concilio
de Trento la guerra contra la verdadera iglesia y las Escrituras. 119
George Downham (1603) entendía que el período de los 42 meses eran 1.260 años que
habían comenzado con Justiniano o posiblemente con Focas. Joseph Mede hacía equivaler
los 1.260 años de los testigos vestidos de saco con los 42 meses del hollamiento de la
ciudad, con los 3 1/2 tiempos o 1.260 días de la mujer en el desierto, y con los 42 meses del
predominio de la bestia: todos significaban los 1.260 años del papado.
Estos 1.260 años fueron ubicados de diversas maneras por numerosos escritores de ambos
lados del Atlántico. John Tillinghast (1604-1655) los termina posiblemente en 1656; John
Cotton, teólogo puritano norteamericano (1655), en 1655; Roger Williams, apóstol de la
libertad (1652), alrededor de ese mismo año; William Sherwin (1607-1687), alrededor de
1666; Thomas Beverley (1684), en 1697; Jacques Philipot y Pierre Jurieu, protestantes
franceses (1685), en 1705 y 1710 ó 1714.
Drue Cressener, prebendado de la catedral de Ely, en forma muy significativa colocaba
(1698) los "1.260 años del reinado de la bestia" desde Justiniano hasta "un poco antes del
año 1800". Esta fue una predicción notable. Thomas Beverley observaba en 1681 que aún
no había caído "la décima parte de la ciudad". Drue Cressener (1698) declaró que la "décima
parte" de la "ciudad" era uno de los diez reinos "que fueron dados a la bestia". Entendía que
el asesinato y la resurrección de los testigos sería la "supresión y el renacimiento de la
verdadera religión" alrededor del año 1800. Y en Suiza, Theodore Crinsoz de Bionens (1729)
también consideraba la décima parte de la ciudad como uno de los diez reinos que romperían
su relación con el papado.
La décima parte de la ciudad considerada como Francia.-
Thomas Goodwin, célebre disidente, sostenía en 1639 que Francia era la "décima parte" de
la cristiandad papal, o uno de los diez reinos que caerían en relación con el asesinato de los
testigos durante los 3 1/2 años. Consideraba que el terremoto que estaba relacionado con la
resurrección de los dos testigos era una sublevación interna, una conmoción o revolución.
Goodwin fue seguido por otros escritores que consideraban que la décima parte de la ciudad
era uno de los diez reinos del imperio papal, y concordaba con un creciente número de
escritores en identificar la "décima parte" de la ciudad con Francia. Así sucedió con John
Cotton (1655) e Increase Mather (1708) en Norteamérica; en Francia los hugonotes Jacques
Philipot y Pierre Jurieu (1637- 1713), interpretaban que su país aparecía en la profecía
después de la revocación del edicto de Nantes en 1685. El último declaraba que los testigos
aún estaban siendo muertos en la "plaza" de ella.
Los testigos, el terremoto y la Revolución Francesa.-
Algún tiempo antes de la Revolución Francesa, varias notables interpretaciones de la
profecía señalaban ese acontecimiento. Robert Fleming (hijo), pastor presbiteriano inglés,
predecía en 1701 que la Francia monárquica caería alrededor del año 1794; su fecha final
para los 1.260 años era computada a partir de Justiniano. David lmrie, clérigo escocés,