Elhanan Winchester, escribiendo en 1794, afirmó que las siete eran todavía futuras.
Las últimas copas consideradas todavía futuras.-
Johann
Bengel (1740) creía que el derramamiento de las copas era todavía futuro. Así
también pensaba el erudito bautista John Gill (m. 177 l). Esa era entonces una tendencia que
se veía en varios comentarios, como los de Matthew Henry y Thomas Newton, también en la
Biblia con notas de D'Oyly y Mant y la
Self-Interpreting Bible
de Brown.
Se creía que ya caían las plagas.-
En
el despertar adventista de comienzos del siglo XIX, entre 1800 y 1840, una cantidad de
escritores se ocuparon de las plagas y pensaron que caían en su tiempo. Muchos, como
Faber, Cuninghame, Gauntlett y 129 Frere, suponían que las copas habían comenzado a
derramarse durante la Revolución Francesa. Para la mayoría, los turcos estaban implicados
en la sexta plaga. Algunos sostenían que ya se efectuaba la quinta; otros, la sexta.
Entre los intérpretes proféticos norteamericanos de 1798 a 1844, no mileritas, muchos
sostenían que las plagas ya estaban cayendo. Algunos las hacían comenzar con la Reforma;
otros, con la Revolución Francesa, o durante ella. Se entendía, como en Inglaterra, que la
quinta plaga involucraba al papado, y la sexta con suma frecuencia se aplicaba a los turcos.
Los mileritas sostienen la opinión prevaleciente.-
En el movimiento milerita no había ningún énfasis particular o general acerca de las siete
plagas. Miller creía que habían comenzado a derramarse en los días de la Reforma; que la
sexta era el inminente secamiento de los turcos, y la séptima, el fin. Henry Dana Ward,
clérigo episcopal de la ciudad de Nueva York, entendía que la última plaga se relacionaría
con la séptima trompeta y con el segundo advenimiento. Philemon R. Russell sostenía que la
última copa se derramaría sobre la bestia papal, y la sexta sobre el Eufrates turco. Una de
las láminas de los primeros mileritas también las hacía comenzar con la Reforma; mostraba
que la quinta había caído sobre el trono de la bestia durante la Revolución Francesa, la sexta
sobre los turcos, y la séptima sobre el mundo.
Entre los adventistas sabatistas -que concretaron sus doctrinas entre 1847 y 1855- se
sostenía la creencia de que las siete últimas plagas eran todas futuras, y que comenzarían
con la terminación del tiempo de gracia; la quinta caería sobre el papado; en la sexta se veía
a las naciones unidas para el Armagedón; la séptima implicaba los acontecimientos finales de
la historia de la tierra.
XI. La "Babilonia" de Apocalipsis 17 aplicada uniformemente a Roma
Roma: pagana y papal.-
Los
diversos símbolos de Apoc. 17, en donde se representa a Babilonia bajo la
caracterización de una mujer muy adornada que cabalga sobre la bestia de siete cabezas y
diez cuernos, o sentada sobre las siete colinas, fueron explicados en la iglesia primitiva.
Ireneo de las Galias (m. c. 202) hacía equivaler esta bestia con la bestia de Apoc. 13, y
consideraba que los cuernos eran los mismos de la cuarta bestia de Daniel; es decir, las diez
divisiones que habían sido predichas en cuanto a Roma. Tertuliano, Victorino y otros
expresaban el concepto general que Babilonia significaba la Roma pagana.
En contraste con Agustín, el donatista Ticonio aplicaba "Babilonia" a la Iglesia Romana
secularizada y a sus obispos mundanos. El griego Andreas, arzobispo de Cesarea en el siglo
Vll, entendía que Roma cabalgaba sobre el anticristo como la bestia. El Venerable Beda
escribió en el siglo Vlll, que la ramera -la multitud de los perdidos- sentada sobre la bestia