Página 143 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "la profecía". Algunos sugieren que Juan
pide aquí específicamente que se le dé igual oportunidad a la lectura del Apocalipsis como a
los libros proféticos del AT, los cuales se leían en la sinagoga cada sábado. Aunque la
palabra "profecía", como se usa en la Biblia, se refiere a un mensaje específico de Dios, sea
cual fuere su naturaleza (ver com. Rom. 12:6), el libro de Apocalipsis puede ser llamado
acertadamente una profecía en el sentido más estricto porque es una predicción de
acontecimientos futuros.
Guardan.
La flexión del verbo en griego implica la observancia habitual de las admoniciones de este
libro como una norma de vida. Ver com. Mat. 7:21-24.
Escritas.
Mejor "han sido escritas", con el sentido de que "permanecen escritas".
Tiempo.
Gr.
kairós
, "tiempo", con el significado de un momento particular, una ocasión propicia, un
tiempo establecido de antemano para un acontecimiento particular (ver com. Mar. l: 15).
Este "tiempo" que "está cerca" es el tiempo para el cumplimiento de "las cosas en ella
escritas", "las cosas que deben suceder pronto" de Apoc. 1: 1 (ver este com.). La inminencia
de esos acontecimientos es el motivo para observar atentamente "las palabras de esta
profecía". Por lo tanto, el Apocalipsis es de importancia muy especial para los que creen que
"el tiempo" de la venida de Cristo "está cerca". Compárese con la Nota Adicional de
Romanos 13.
Está cerca.
Como vivimos en los últimos momentos del "tiempo", las profecías del Apocalipsis tienen una
importancia capital para nosotros. "Especialmente Daniel y Apocalipsis deben recibir
atención como nunca antes en la historia de nuestra obra" (TM 112). "Los solemnes
mensajes que en el Apocalipsis se dieron en su orden, deben ocupar el primer lugar en el
pensamiento de los hijos de Dios" (3JT 279).
"Al libro de Daniel se le quita el sello en la revelación que se le hace a Juan" (TM 115).
Mientras que el libro de Daniel presenta a grandes rasgos los sucesos de los últimos días, el
libro de Apocalipsis da vívidos detalles acerca de dichos sucesos, de los cuales ahora se
declara que están "cerca".
4.
Juan.
Ver com. vers. l. El hecho de que el escritor no sienta la necesidad de una mayor
identificación, demuestra que era bien conocido en las iglesias "en Asia". Es también un
testimonio de la autenticidad del libro porque es de esperar que otro escritor que no fuera
Juan, a quien los creyentes "en Asia" conocían por este nombre, pretendiera tener autoridad
y poder. La sencillez con que el escritor se refiere a sí mismo coincide con la humilde actitud
del escritor del Evangelio de Juan (ver t. V, p. 869).
A las siete iglesias.
Desde aquí hasta el fin del cap. 3, el Apocalipsis se parece por su forma a una carta antigua,
o más bien a una serie de cartas. Esta sección epistolar es una introducción al resto del
libro, que se caracteriza por una sucesión de visiones dramáticas. Para un comentario sobre