Página 145 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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concuerda con el contexto, el cual muestra que éste no era el pensamiento del autor.
La referencia al Padre expone su eternidad y declara que el mismo Ser que ahora
continuamente existe, siempre ha existido y siempre existirá. La existencia personal de Dios
trasciende al tiempo, pero una eternidad infinita sólo puede ser expresada en palabras
humanas por medio de términos limitados y temporales como los que aquí emplea Juan.
Siete espíritus.
En cuanto al significado del número "siete" en el Apocalipsis, ver com. vers. 1 l. Estos siete
espíritus también se describen como siete lámparas de fuego (cap. 4:5) y como los siete ojos
del Cordero (cap. 5:6). La relación de los "siete espíritus" con el Padre y con Cristo, como
que también fueran la fuente de la gracia y paz del cristiano, implica que representan al
Espíritu Santo. El nombre de "siete" tal vez es una expresión simbólica de su perfección, y
también puede implicar la variedad de dones por medio de los cuales obra en los seres
humanos (1 Cor. 12:4-11; cf. Apoc. 3: 1).
Delante de su trono.
Es decir, delante del trono "del que es, y que era y que ha de venir". Esta posición tal vez
signifique disposición para un servicio inmediato. Ver com. cap. 4:2-5.
5.
Jesucristo.
Ver com. vers. 1. Los otros miembros de la Deidad ya han sido mencionados en el vers. 4.
Testigo fiel.
En el texto griego este título está en aposición con "Jesucristo", que aparece en el caso
genitivo-ablativo. Normalmente estas palabras deberían estar en el mismo caso; sin embargo
quedan, como el título divino para el Padre (ver com. vers. 4), aquí en caso nominativo, sin
cambio ninguno. Algunos sugieren que Juan implica así la divinidad de Cristo y su igualdad
con el Padre (ver Nota Adicional de Juan 1). Cristo es el "testigo fiel" porque es el
representante perfecto del carácter, la mente y la voluntad de Dios delante de la humanidad
(ver com. Juan 1: 1, 14). Su vida sin pecado en la tierra y su muerte como sacrificio
testifican de la santidad del Padre y de su amor (Juan 14:10; ver com. cap. 3:16).
Primogénito.
Gr.
pr
Ç
tótokos,
"primogénito" (ver com. Mat. 1:25; Rom. 8:29; cf. com. Juan 1: 14). Jesús no
fue cronológicamente el primero que resucitó de entre los muertos, pero puede considerarse
como el primero en el sentido de que todos los que resucitaron antes y después de él, fueron
liberados de las ataduras de la muerte sólo en virtud del triunfo de Cristo sobre el sepulcro.
Su poder para poner su vida y para volverla a tomar (Juan 10: 18) lo coloca en una posición
superior a todos los otros hombres que hayan salido alguna vez de la tumba, y lo caracteriza
750 como el origen de toda vida (Rom. 14:9; 1 Cor. 15:12-23; ver com. Juan 1: 4, 7-9). Este
título, como el que sigue, refleja el pensamiento de Sal. 89:27.
Soberano.
O "gobernante". Este mundo pertenece legítimamente a Cristo. Cristo triunfó sobre el
pecado y recobró la heredad que perdió Adán, y es el gobernante legítimo de la humanidad
(Col. 2:15; cf. Col. 1:20; Apoc. 11: 15). En el día final todos los seres humanos lo
reconocerán como tal (Apoc. 5:13). Pero ya sea que se lo reconozca o no, Cristo ha tomado
el dominio de los asuntos terrenales para el cumplimiento de su propósito eterno (ver com.