es el nombre del domingo. Su equivalente latino
dominica dies
designa el mismo día, y ha
pasado a varios idiomas modernos como
domingo
, y en francés como
dimanche
. Por eso
muchos eruditos sostienen que
kuriak
'
h
'
méra
en este pasaje también se refiere al domingo, y
que Juan no sólo recibió su visión en este día, sino que también lo reconoció como "el día del
Señor" quizá porque en ese día Cristo resucitó de los muertos.
Hay razones negativas y positivas para rechazar esta interpretación. En primer lugar está el
reconocido principio del método histórico; es decir, que una alusión debe ser interpretada
solamente por medio de evidencias anteriores a ella o contemporáneas con ella, y no por
datos históricos de un período posterior. Este principio tiene mucha importancia en el
problema del significado de la expresión "día del Señor" tal como aparece en este pasaje.
Aunque este término es frecuente en los padres de la iglesia para indicar el domingo, la
primera evidencia decisiva de tal uso no aparece sino hasta fines del siglo II en el libro
apócrifo
Evangelio según Pedro
(9, 12), donde el día de la resurrección de Cristo se
denomina "día del Señor". Como este documento fue escrito por lo menos tres cuartos de
siglo después de que Juan escribió el Apocalipsis, no puede presentarse como una prueba
de que la frase "día del Señor" en el tiempo de Juan se refería al domingo. Podrían citarse
numerosos ejemplos para mostrar la rapidez con que las palabras pueden cambiar de
significado. Por lo tanto, el significado de "día del Señor" se determina mejor en este caso
recurriendo a las Escrituras antes que a la literatura posterior.
En cuanto al aspecto positivo de esta cuestión, está el hecho de que aunque la Escritura en
ninguna parte indica que el domingo tiene alguna relación religiosa con el Señor, repetidas
veces reconoce que el séptimo día, el sábado, es el día especial del Señor. Se nos dice que
Dios bendijo y santificó el séptimo día (Gén. 2: 3); lo constituyó como recordativo de su obra
de creación (Exo. 20: 11); lo llamó específicamente "mi día santo" (Isa. 58: 13); y Jesús se
proclamó como "Señor aún 753 del día de reposo [sábado]" (Mar. 2: 28), en el sentido de que
como Señor de los hombres era también Señor de lo que fue hecho para el hombre: el
sábado. De manera que cuando se interpreta la frase "día del Señor" de acuerdo con
pruebas anteriores y contemporáneas del tiempo de Juan, se concluye que hay sólo un día al
cual puede referirse, y ése es el sábado, el séptimo día. Ver 2JT 411; HAp 464.
Los descubrimientos arqueológicos han proyectado más luz sobre la expresión
kuriak
'
h
'
méra
. Papiros e inscripciones del período imperial de la historia romana, hallados en
Egipto y Asia Menor, emplean la palabra
kuriakós
(el masculino de
kuriak
'
) para referirse a la
tesorería y el servicio imperial. Esto es comprensible, pues el emperador romano a menudo
era llamado en griego el
kúrios,
"señor", y por consiguiente su tesorería y servicio eran la
"tesorería del señor" y "el servicio del señor". Por lo tanto
kuriakós
era una palabra familiar
en el idioma oficial romano para las cosas relacionadas con el emperador. Una de esas
inscripciones procede de una época tan antigua como lo es el año 68 d. C. De manera que es
claro que este uso de
kuriakós
era corriente en el tiempo de Juan (ver Adolf Deissmann,
Light
From the Ancient East,
pp. 357-361).
En esta misma inscripción aparece una referencia a un día al que se le dio el nombre de la
emperatriz Julia, o Livia como es mejor conocida.
En otras inscripciones de Egipto y de Asia Menor aparece con frecuencia el término
sebast
'
,
el equivalente griego de
Augustus,
como nombre de un día. Sin duda éstas son referencias a
días especiales en honor del emperador (ver Deissmann,
loc. cit.
). Algunos han sugerido que
la expresión
kuriak
'
h
'
méra,
como la usa Juan, también se refiere a un día imperial; pero esto
parece dudoso por dos razones. Primero: aunque había días imperiales y el término
kuriakós
se usaba para otras cosas relativas al emperador, aún no se ha encontrado ningún caso en
que
kuriak
'
se hubiera aplicado a un día imperial. Esto, por supuesto, no es una prueba final,
porque es un argumento basado en el silencio. Pero el segundo argumento que puede