esgrimirse contra la identificación de
kuriak
'
h
'
méra
de Juan con un día imperial, parece ser
concluyente: se sabe que tanto los judíos del siglo I (ver Josefo, Guerra vii. 101), como los
cristianos, por lo menos en el siglo II (ver
Martirio de Policarpo
8), se negaron a llamar al
César
kúrios
, "señor". Por lo tanto, llega a ser extremadamente difícil pensar que Juan se
hubiera referido a un día imperial como el "día del Señor", especialmente en sin tiempo
cuando él y sus hermanos cristianos eran terriblemente perseguidos por negarse a adorar al
emperador (ver pp. 738-740). Es más probable que Juan escogiera la expresión
kuriak
'
h
'
méra
para referirse al sábado, como un medio sutil de proclamar el hecho de que así como
el emperador tenía días especiales dedicados en su honor, así también el Señor de Juan, por
amor de quien ahora sufría, también tenía su día especial. Para un estudio del origen de la
observancia del día domingo y de la designación del domingo como "día del Señor", ver com.
Dan. 7: 25 y HAp 464-465.
Algunos estudiosos han sugerido que
kuriak
'
h
'
méra
debe entenderse como "domingo de
pascua". Esta frase se usó posteriormente para designar a la fiesta anual que recordaba la
resurrección de Jesús. Sin embargo, esta explicación no necesariamente se aplica al siglo I.
Por lo tanto, no sirve para aclarar este pasaje.
Como de trompeta.
La comparación con una trompeta indica la intensidad de la voz.
11.
Yo soy el Alfa.
Ver com. vers. 8. De acuerdo a los vers. 17 y 18 es claro que estos títulos se aplican en este
caso específicamente a Cristo; sin embargo, la evidencia textual establece (cf. p. 10) la
omisión de las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último". Están omitidas en
la BJ, BA, BC y NC.
En los vers. 4-10 Juan dirige a las siete iglesias su propia declaración introductoria de las
circunstancias en las cuales le fue dado el Apocalipsis. Comenzando con el vers. 11
presenta la autorización que recibió directamente de Cristo para escribir el Apocalipsis. Es
apropiado que así lo hiciera, porque ésta es "la revelación de Jesucristo" (vers. 1). La
revelación empieza con el vers. 11.
Un libro.
Gr.
biblíon,
"libro", generalmente e hojas de papiro, el tipo de libro más común en los días de
Juan. Ver t. V, p. 114.
Lo que ves.
La comunicación visual y la percepción predominan en el Apocalipsis (ver com. vers. 2).
Juan vio visiones, escenas panorámicas simbólicas, las que describe tan plena y
exactamente como es posible hacerlo 754 dentro de los límites que impone el lenguaje
humano. Muchos de esos símbolos superan a las palabras y las experiencias humanas. Al
apóstol a veces le faltan palabras para describir apropiadamente lo que ve, como por ejemplo
cuando contempla el trono de Dios (cap. 4: 3, 6). Sin embargo, a través del Apocalipsis la
grandeza de la forma en que Dios dirige el universo, la intensidad del gran conflicto entre
Cristo y Satanás y la gloria del triunfo final, se describen más vívida y magníficamente que en
otras partes de las Escrituras.
Las siete iglesias.
El orden en que se enumeran las iglesias aquí y en los cap. 2 y 3, representa el orden