Página 155 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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Espada aguda de dos filos.
Gr.
romfáia dístomos
, literalmente "espada de dos bocas". La
romfáia
era una espada grande
y pesada de dos filos. Es la palabra que usa la LXX para describir la espada que Dios colocó
en la entrada del Edén (ver com. Gén. 3: 24) y la espada de Goliat (1 Sam. 17: 51).
La frase "espada de dos bocas" es sin duda un semitismo aunque aparece en griego ya en el
siglo V a. C. en las piezas teatrales de Eurípides; sin embargo, se encuentra mucho antes en
el AT, donde la frase equivalente en hebreo es
pi jéreb
, "boca de espada" (Gén. 34: 26; 2
Sam. 15-14). Cuando el autor de jueces cuenta la historia de Aod, dice literalmente: "y Aod
se hizo para sí una espada, y para ella dos bocas" (Juec. 3: 16). Y en Prov. 5: 4 también se
habla de una
jereb pioth,
"una espada de bocas", traducida como "espada de dos filos". Esta
interesante figura de dicción puede derivarse o del pensamiento de que la espada de un
hombre devora -el filo es su boca- a sus enemigos (ver 2 Sam. 11: 25; Isa. 1: 20; Jer. 2: 30), o
por la forma de ciertas espadas antiguas cuyos mangos parecían la cabeza de un animal, de
cuya boca salía la hoja del arma.
Juan repite el símbolo en los cap. 2: 12, 16; 19: 15, 21. El significado es que como sale de la
boca de Cristo, es un instrumento de castigo divino. En este versículo parece mejor
entenderlo con el mismo sentido: como símbolo de la autoridad de Cristo para juzgar, y,
especialmente, de su poder para ejecutar el castigo. "Una espada aguda de dos filos" implica
cuán penetrantes son sus decisiones y la eficacia de sus castigos.
Como el sol.
El sol es la luz más brillante que conoce normalmente el hombre.
17.
Como muerto.
El primer efecto sobre los que recibían una visión de un ser divino revestido con toda la gloria
del cielo era privados de su fuerza física (Eze. 1: 28; 3: 23; Dan. 8: 17; 10: 7-10; Hech. 9: 4;
cf. Isa. 1: 5). Compárese con el caso de Daniel (ver com. cap. 10: 7-10). "persona que
recibía ese honor quedaba completamente anonadada por el sentimiento de su propia
debilidad e indignidad. Un estudio del estado físico del profeta en visión, lo hace E D. Nichol
en su obra
Ellen G. White and her Critics,
pp. 51-61. Otros ejemplos de la reacción emotiva
de Juan ante lo que vio en visión aparecen en Apoc. 5: 4; 17: 6. Juan cayó dos veces en
adoración a los pies de un ángel (cap. 19: 10; 22: 8).
No temas.
Después de que un profeta perdía su fuerza natural, era fortalecido sobrenaturalmente, por lo
general mediante el toque de una mano (Eze. 2: 1-2; 3: 24; Dan. 8: 18; 10: 8-12, 19; cf. Isa.
6: 6- 7). A menudo un visitante celestial pronunciaba la orden: "No temas", para calmar los
temores que espontáneamente surgían del corazón humano frente a un ser tal (Juec. 6:
22-23; 13: 20-22; Mat. 28: 5; Luc. 1: 13, 30; 2: 10).
El primero y el último.
Ver com. vers. 8. Esta expresión es sin duda una cita de Isa. 44: 6; es una traducción directa
del texto hebreo y no una cita de la LXX, como en el vers. 8.
18.
El que vivo.