El que tiene oído.
Ver com. cap. 2:7.
14.
Ángel.
Ver com. cap. 1:20.
Laodicea.
Este nombre se ha definido como "juicio del pueblo", o "un pueblo juzgado". Lo último parece
preferible. La distancia que hay desde Filadelfia hasta la ciudad de Laodicea es de unos 65
km (ver t. VI, mapa frente a p. 33). Laodicea fue fundada por el rey seléucida Antíoco II Teos
(261246 a. C.), y recibió su nombre en honor de Laodice, la esposa del rey. La ciudad se
hallaba situada en el valle del río Licos. En los días de Juan era un centro comercial
próspero que se especializaba en la producción de tejidos de lana. Estaba a pocos
kilómetros de las ciudades de Colosas y Hierápolis, y muy pronto hubo cristianos en cada
una de esas ciudades (cf. Col. 4:13). La iglesia de Laodicea quizá tenía ya unos 40 años de
fundada cuando Juan escribió el Apocalipsis. Pablo se interesó mucho en esa congregación
y encargó a los colosenses que hicieran un intercambio de epístolas con los laodicenses
(Col. 4:16). Hay información acerca de la antigua ciudad de Laodicea en la pp. 105-106.
Amén.
La unión de este título con "el testigo fiel y verdadero" lo identifica como un título de Cristo
(cap. 1:5), el autor de las cartas a las siete iglesias. En cuanto al significado de "amén", ver
com. Deut. 7:9; Mat. 5:18. La aplicación de este término a Cristo puede compararse con Isa.
65:16, donde en hebreo el Señor recibe el nombre de
'Elohe 'amen,
"el Dios del amén". En el
pasaje que consideramos, puede entenderse este título como una declaración de que Cristo
es la verdad Juan 14:6), y por lo tanto, su mensaje a la iglesia de Laodicea debe ser
aceptado sin vacilación.
El testigo fiel y verdadero.
Ver com. cap. 1:5.
Principio.
Gr.
arjé,
palabra que tiene sentido pasivo y también activo. En sentido pasivo se refiere a lo
que recibe la acción en el principio. Si así se interpreta aquí, significaría que Cristo fue el
primer ser creado; pero es evidente que ésta no puede ser la traducción 777 correcta, pues
Cristo no es un ser creado. En sentido activo se refiere a lo que comienza una acción, la
primera causa o motor. Si así se entiende entonces se afirma que Cristo es el Creador. Este
es, sin duda alguna, el significado de este pasaje, porque en otros versículos se describe a
Cristo repetidas veces desempeñando ese mismo oficio (ver t. V, p. 894; com. Juan 1:3; Heb.
1:2). La declaración notablemente similar de Col. 1: 15-16 había sido leída por la iglesia de
Laodicea muchos años antes (cf. Col. 4:16).
15.
Tus.
En cuanto al énfasis del singular, ver com. cap. 2:2.
Obras.