Página 206 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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Ver com. vers. 2.
De leerlo.
La evidencia textual establece (cf. p. 10) la omisión de estas palabras.
5.
Ancianos.
Ver com. cap. 4:4.
No llores.
O "deja de llorar". El texto griego sugiere que Juan ya estaba llorando.
León de la tribu de Judá.
Este título quizá está basado en Gén. 49:9. Cristo nació de la tribu de Judá (ver com. Mat.
1:2). El león simboliza fuerza (Apoc. 9:8, 17; 10:3; 13:2, 5), y Cristo ha ganado la victoria en
el gran conflicto con el mal (ver com. de "ha vencido"). Esto es lo que le da el derecho de
abrir el libro (ver com. cap. 5:7).
Además, puede notarse que Cristo, como "León de la tribu de Judá", aparece como Aquel
que "ha vencido", el triunfador, el paladín de la causa de su pueblo. En el vers. 6 aparece
como "un Cordero como inmolado", Aquel que los había redimido.
La raíz de David.
Este título proviene de Isa. 11: 1, 10, donde dice: "saldrá vara de la raíz de Isaí" (LXX) o
"retoño del tronco de Isaí" (Heb.), o sea el padre de David. En Rom. 15:12 Pablo aplica este
símbolo a Cristo, lo que muestra que Cristo es un segundo David. David fue el máximo rey y
héroe militar de Israel. El concepto davídico del Mesías era esencialmente el de un vencedor
que restauraría el reino de Israel (Mat. 21:9; cf. Hech. 1:6). Aunque Cristo no restauró el
reino literal de los judíos, su victoria en el gran conflicto con Satanás restituirá el reino en un
sentido infinitamente mayor y más importante. Por lo tanto, desde el punto de vista de este
pasaje, este título es sumamente adecuado.
Ha vencido.
Gr.
niká
Ç
,
"vencer", "ser victorioso". Indica directamente la victoria de Cristo en el gran
conflicto contra Satanás. Ese triunfo es la base de su derecho de abrir el libro. La victoria de
Cristo es única, por lo tanto ninguno más pudo abrir los sellos (vers. 3). Un ángel no podría
haber tomado el lugar de Cristo, porque el punto central del gran conflicto es la integridad del
carácter de Dios que se expresa en su ley. Ni un ángel ni un hombre podría haber logrado
esa vindicación porque están sujetos a la ley (PP 67). Sólo Cristo, que es Dios y de cuyo
carácter la ley es una expresión, podría lograr tal vindicación del carácter divino. Este hecho
es el pensamiento central del cap. 5 (ver com. vers. 9-13).
6.
En medio.
Puede interpretarse como que el Cordero estaba de pie entre los seres vivientes y el trono,
en medio de los ancianos; pero es difícil imaginarse tal escena cuando se compara con cap.
4:4, 6. También es posible entender que el Cordero apareció en medio de todos. Esta quizá
sea la mejor explicación, porque el Cordero llega a ser ahora el Punto central de la visión (cf.