fue entronizado a la diestra de Dios después de su ascensión; y de acuerdo con 790 HAp
480-481 y CS 729, este canto también será entonado por los santos al establecerse la tierra
nueva, y por los redimidos y los ángeles por la eternidad (8T 44; PP 583; CS 600, 737).
Estas variadas circunstancias sugieren que la visión de los cap. 4 y 5 no debe tomarse como
la representación de una ocasión específica en el cielo, sino como la descripción eterna y
muy simbólica de la victoria de Cristo y la resultante vindicación de Dios. Cuando esta visión
se entiende así, puede concebirse que representa la actitud del cielo hacia el Hijo y su obra a
partir de la cruz, actitud que se magnificará en un crescendo cuando culmine victoriosamente
el gran conflicto. En cuanto a la naturaleza de las visiones simbólicas, ver com. Eze. l: 10.
En el cielo, y sobre la tierra.
Según la cosmología antigua, el cielo, la tierra, lo que está bajo la tierra y el mar, constituyen
todo el universo. Toda la creación reconocerá finalmente la justicia de Dios (ver CS
728-729).
Al que está sentado.
Ver com. cap. 4:2.
Al Cordero.
Ver com. vers. 6. El hecho de que se adora al Cordero en la misma forma que al Padre, da a
entender su igualdad (ver Fil. 2:9-11).
La alabanza.
Los cuatro homenajes del vers. 13 son paralelos a los cuatro de la séptuple doxología del
vers. 12.
El poder.
Gr.
krátos,
"poder", "gobierno", autoridad", "dominio"; vocablo sinónimo de "poder" en el vers.
12; pero difiere en que
krátos
representa el poder divino en acción. Un poder semejante es el
que contemplan todas las criaturas terrenales (ver com. vers. 12).
14.
Amén.
Ver com. Mat. 5:18. Las alabanzas antifonales y el "Amén" que las sigue caracterizaban el
primitivo culto cristiano. Plinio, escribiendo menos de dos décadas después de Juan, registró
que en sus servicios de culto los cristianos "cantaban en versos alternados un himno a Cristo,
como a un dios" (Cartas x. 96). Describiendo la celebración de la Cena del Señor, Justino
Mártir, que escribió en el siglo II, dice que después de que el dirigente de la congregación
ofrecía oraciones y acciones de gracias, "la gente asiente, diciendo Amén" (
Primera apología
67).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-5 PVGM 236
1-14 3JT 414
5 DTG 210; PP 240; TM 115
5-6 HAp 470
6 TM 124