El oscurecimiento del sol se menciona en la profecía del AT en relación con las catástrofes
que preceden al día del Señor (ver com. Isa. 13: 10). Jesús destacó especialmente este
fenómeno en su profecía del fin del mundo, y lo señaló como una de las señales por las
cuales sus seguidores podrían saber que su venida estaba cerca (ver com. Mat. 24:29, 33).
Un cumplimiento espectacular y literal de la escena aquí descrita se vio en la parte oriental
del Estado de Nueva York y en el sur de Nueva Inglaterra, Estados Unidos, el 19 de mayo de
1780. Un estudio cuidadoso de las crónicas de los diarios de esa época revela que se
produjo una oscuridad inusitada en la parte oriental del Estado de Nueva York y al suroeste
de Nueva Inglaterra alrededor de las diez de esa mañana, y durante el día se trasladó hacia
el este cruzando la parte sur y central de la Nueva Inglaterra, y penetró hasta alguna
distancia en el mar. En cada localidad se informó que la oscuridad duró varias horas. Este
fenómeno ocurrió en el tiempo predicho: "en aquellos días, después de aquella tribulación"
(Mar. 13:24; ver com. Mat. 24:29). Fue observado en una región donde estaba por aparecer
un notable reavivamiento del interés en las profecías de Daniel y Apocalipsis, y fue
reconocido por los estudiantes de esas profecías como el cumplimiento de este pasaje (ver
CS 351-354).
La luna se volvió toda como sangre.
Ver com. Mat. 24:29.
Las estrellas del cielo cayeron.
Ver com. Mat. 24:29; cf. Isa. 34:4. Ver CS 381-382.
Higos.
"Higos verdes" (BA). Gr.
ólunthos
, que significa para algunos higos tempranos que se caen
antes de madurar. Algunas higueras de calidad inferior dejan caer todos o casi todos sus
higos cuando han alcanzado el tamaño de una cereza. Otros definen
ólunthos
como higos
tardíos o de verano. Cf. Isa. 34:4.
14.
Como un pergamino.
Gr.
biblíon
(ver com. vers. 5: 1). Esta descripción presenta el cielo enrollándose como un
rollo de pergamino. En la cosmología antigua el cielo se consideraba como una bóveda
sólida por encima de la tierra. El profeta ve cómo se descorre el cielo para que la tierra
quede sin protección delante de Dios. Isaías (cap. 34: 4) presenta el mismo cuadro. Este
acontecimiento es sin duda el mismo que fue descrito por Jesús cuando dijo: "las potencias
de los cielos serán conmovidas" (ver com. Mat. 24: 29). Este suceso es aún futuro, pero se
relaciona estrechamente con la aparición real del Hijo del hombre en los cielos.
Todo monte y toda isla.
En el cap. 16:20 estas terribles convulsiones se presentan como sucesos que acontecerán
durante la séptima plaga.
15.
Reyes.
Cf. cap. 16:14; 7:12. La lista que sigue describe toda la gama de la vida social y política que
existía en el mundo de los días de Juan. Aunque la venida misma de Cristo no se menciona