13.
Sexto ángel.
O sea el segundo "ay" (ver com. cap. 8:13; 11: 14; cf. cap. 9:12).
Cuatro cuernos.
Algunos MSS omiten el número "cuatro", pero la evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por su
inclusión. En cuanto a los cuernos del altar del incienso en el antiguo tabernáculo del
desierto, ver Exo. 37:26.
Altar de oro.
Sin duda el mismo altar en donde el ángel había ofrecido las oraciones de los santos (cap.
8:3-5).
14.
Cuatro ángeles.
El profeta había visto antes cuatro ángeles que tenían poder para retener los vientos a fin de
que no soplasen (cap. 7: 1). Tenían poder mundial; pero los cuatro que se presentan aquí
parecen estar limitados.
La mayoría de los comentadores que aplican la quinta trompeta a los árabes mahometanos,
han visto en la sexta una representación de los turcos. Algunos de ellos relacionan a los
cuatro ángeles con los cuatro sultanatos del imperio turco (otomano), los que identifican
como Alepo, Iconio, Damasco y Bagdad. Otros ven en estos ángeles las fuerzas destructivas
que se dirigieron contra el mundo occidental.
Están atados.
Literalmente "han estado atados". Estos ángeles han sido impedidos de realizar su obra de
castigo hasta que el sexto ángel haga sonar su trompeta.
Eufrates.
Algunos comentadores que aplican la sexta trompeta a los turcos, dan una interpretación
literal al Eufrates, en el sentido de que fue por la región del Eufrates por donde penetraron
los turcos en el imperio bizantino. Pero como los nombres de Sodoma, Egipto (cap. 11:8) y
Babilonia (cap. 14:8; 17:5; 18:2, 10, 21) se usan simbólicamente en el Apocalipsis, otros
comentadores sostienen que el Eufrates también debe entenderse simbólicamente (ver com.
cap. 16:12). Algunos de ellos advierten que para los israelitas el Eufrates constituía la
frontera norte de la tierra que idealmente habían de ocupar 809 (Deut. 1:7-8) y que en la
cumbre de su poder lo dominaron por lo menos hasta cierto punto (ver com. 1 Rey. 4:21).
Más allá del Eufrates estaban las naciones paganas del norte que repetidas veces dominaron
a Israel (cf. com, Jer. l: 14). Según este punto de vista, el Eufrates indica aquí una frontera
más allá de la cual Dios retiene las fuerzas que ejecutan sus juicios durante la sexta
trompeta.
Otros relacionan el Eufrates con la Babilonia simbólica. Hacen notar que como la apostasía
final se describe más tarde en el Apocalipsis como la Babilonia simbólica (cap. 17:5), y se
llama especialmente la atención a que está sentada "sobre muchas aguas" (vers- l), y que
como la Babilonia histórica estaba situada junto a las aguas del Eufrates (ver t. IV, p. 823),
este río simboliza aquí el dominio del poder representado como la Babilonia simbólica (cf.