Página 249 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.
11 Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones,
lenguas y reyes.
1.
Vi.
Ver com. cap. l: l; 4: l. Este pasaje (cap. 10:1 a 11:14) constituye un paréntesis entre la sexta
y séptima trompetas, parecido al del cap. 7, que se intercala entre los sellos sexto y séptimo.
Descender del cielo.
La visión se enfoca sobre un ser celestial, pero su ubicación está aún en la tierra.
Otro ángel fuerte.
O sea, además de los ángeles que habían aparecido poco antes. Evidentemente es un ángel
distinto de los que retienen los cuatro vientos (cap. 7: l), de los que tocan las siete trompetas
(cap. 8:2), del ángel ante el altar (cap. 8:3) y de los que están junto al río Eufrates (cap. 9:14).
Este ángel puede ser identificado como Cristo (ver EGW, Material Suplementario com. cap.
10: 1-1l), quien como Señor de la historia hace la proclamación del vers. 6.
Envuelto.
Gr.
peribáll
Ç
, "arrojar alrededor", "envolver", "vestir". El ángel se ve envuelto en una nube.
Las Escrituras frecuentemente relacionan a las nubes con las apariciones de Cristo (Dan. 7:
13; Hech. 1: 9; Apoc. 1: 7; 14: 14; cf. Sal. 104: 3; 1 Tes. 4: 17).
Arco iris.
Cf. Apoc. 4: 3; Eze. 1: 26-28. El rostro del ángel, que brilla "como el sol" a través de la nube
que lo envuelve, puede considerarse como lo que forma el arco. Cf. com. Gén. l: 12-13.
Como el sol.
Compárese con la descripción de Cristo en cap. l: 16.
Pies.
La comparación de los pies como columnas parece algo incongruente, pero la palabra "pies"
(póus)
designa también a las piernas, que se asemejan a columnas de fuego (cf. Cant. 5: 15;
cf. com. Eze. 1: 7).
Columnas de fuego.
Compárese con la descripción de los pies de Cristo en cap. l: 15.
2.
En su mano.
Compárese con el simbolismo de Eze. 2: 9.
Un librito.
Gr.
biblarídion,
"rollito", diminutivo de
biblíon,
"libro", "rollo".
Biblarídion
aparece en el NT sólo
en este capítulo. Al contrastar este rollito con el rollo
(biblíon)
que estaba en la mano de Dios
(cap. 5: l), es evidentemente más pequeño. Compárese con el simbolismo de Eze. 2: 9.