Satanás había pretendido que él era el gobernante legítimo de este mundo; pero cuando no
pudo conseguir que pecara el Hijo de Dios, quedó asegurado el reino de Cristo.
Su Cristo.
O "su Ungido". Cristo significa "ungido" (ver com. Mat. 1: 1).
El acusador.
Satanás era el acusador de los hermanos en los días del AT (Job 1: 8-12; Zac. 3:1), y ha
continuado desempeñando este papel después de la cruz, pero en escala limitada (ver com.
Juan 12:31; cf. DTG 709). Los escritos rabínicos frecuentemente presentan a Satanás como
el gran acusador (ver Talmud
Sanhedrin
89b; Midrash Rabbah, com. Exo. 32: 2).
Hermanos.
Cf cap. 6: 11.
Día y noche.
O siempre que se presentaba la oportunidad.
11
Ellos le han vencido.
La mente del profeta está absorta en la contemplación de los 826 que han sido acusados por
el instigador del mal. Piensa en cuánto han sufrido y en las indignidades a las cuales han
sido expuestos. Recuerda cómo vencieron a pesar de las dificultades, no por su propia
fuerza sino "por medio de la sangre del Cordero".
Por medio de la sangre.
O "en virtud de la sangre", "debido a la sangre". Los santos vencieron a causa de la victoria
del Calvario. En cuanto al significado de la "sangre", ver com. Apoc. 1: 5; cf. com. Rom. 5:
9.
Cordero.
Ver com. Juan 1: 29.
De la palabra.
"A causa de la palabra", o "debido a la palabra".
Del testimonio.
Es decir, su testimonio personal respecto a Jesús y el Evangelio.
Menospreciaron sus vidas. ¡Qué fidelidad! Preferían morir antes que desobedecer a Dios.
Ver com. Juan 12: 25.
12
Alegraos, cielos.
Había regocijo en el cielo porque los ángeles y los habitantes de otros mundos sabían que
Satanás estaba condenado por la victoria de Cristo en el Calvario.
¡Ay!